Yolanda Díaz se presenta en Galicia como alternativa a Feijoo: «Só manteremos o Goberno se sumamos»

Costó encontrar el lugar adecuado donde hacer la puesta de largo de Sumar en Galicia, tras el acto más íntimo que celebró en O Courel en septiembre, pero terminó siendo donde hace justo diez años lo hizo Alternativa Galega de Esquerdas. Yolanda Díaz llenó la sala del segundo piso del Palacio de la Ópera de A Coruña como lo había hecho junto a Xosé Manuel Beiras antes de las elecciones autonómicas del 2012. El currículo político hasta entonces era haber sido concejal en Ferrol; hoy en A Coruña se presentó como ministra de Trabajo y aclamada como próxima presidenta. «Non vai gobernar a dereita e a extrema dereita neste país. Non vai ser así porque precisamos Sumar. Só podemos manter o goberno de coalición progresista se sumamos», proclamó Díaz ante unas 400 personas, minutos después de haberse dirigido, micrófono en mano, a cerca de un centenar de simpatizantes que se quedaron sin poder entrar. 

La política ferrolana, aunque nacida en el Materno de A Coruña, como aclaró al inicio de su intervención, desglosó durante más de media hora todo lo que significa Sumar. «Vai de esperanza, de que o futuro é noso e hai posibilidades de logralo», afirmó, reduciendo el próximo ciclo electoral como una confrontación de dos únicos modelos: el que representa Sumar y el PP de Alberto Núñez Feijoo. «A política española non vai de dous galegos, vai de dous modelos de xestión pública. Sumar é imparable», advirtió. En ese proceso aglutinante, que tiene como meta el mes de enero para presentar las conclusiones de los 35 grupos de trabajo formados por expertos y miembros de la sociedad civil, «non sobra ninguén». Yolanda Díaz abandera un movimiento donde insiste en que necesita «a todo o mundo» porque la democracia «está en xogo». «Non van de broma», aclaró la ministra, que apeló a su experiencia como diputada en el Parlamento de Galicia para recordar que sabe «moi ben quen é Feijoo, como gobernan e o que representan». 

Y esa aritmética de adiciones se palpaba en el público, donde se extendió una amnistía que dejó las diferencias fuera del Palacio de la Ópera. Allí se sentaban Antón Gómez-Reino, actual secretario xeral de Podemos Galicia, y el que previsiblemente será su sucesor, Borja San Ramón -no así su rival en las primarias que celebra la formación, Gonzalo Busqué-. También Marta Lois, de Compostela Aberta y una de las personas que coordinan los grupos de trabajo de Sumar. Había rostros de Marea Atlántica, como la actual portavoz en el Concello, María García, el exconcejal Xiao Varela o miembros de la candidatura que concurrirá en las municipales de mayo. Sumar no llegará para esas elecciones, pero allí estaban compartiendo auditorio dos partidos que en A Coruña, por ahora, parecen destinados a ir por separado.  

Yolanda Díaz subió al escenario mientras retumbaba el This girl is on fire de Alicia Keys, a la que relevarían las Tanxugueiras al final. La acompañaron en el escenario la actriz María Vázquez, un trabajador de un centro de llamadas, un percebeiro, una informática especializada en videojuegos y un arquitecto. Ella, mientras ellos exponían sus preocupaciones, tomaba nota, como lo había hecho ya en O Courel junto a la casa del poeta Uxío Novoneyra rodeada de vecinos.

Esta vez sí tomó la palabra. Lo hizo para reflexionar sobre lo que quiere que sea Sumar, que pasa por«ensanchar a democracia». «Somos conscientes de que hai unha inmensa fenda entre a cidadanía e a cousa política. A política abandonou a xente», analizó. Pero también agarró el micrófono para situarse como el contrapeso a Alberto Núñez Feijoo. «A peza que pode facer que mude todo é Sumar. Non sobra ninguén, necesitamos a moita xente dentro, necesitamos gañar», proclamó, con vehemencia, para reflexionar después que no solo es «gañar á dereita», sino que lo que toca es «gañar o país». 

Volvió a acordarse del expresidente de la Xunta para decirle que hoy sí debe estar contento por los datos del paro, con los que Yolanda Díaz despertó esta mañana en Copenhague. «Hoxe si, señor Feijoo», le apremió, para reprocharle después que todavía no haya enmendado su rechazo a la excepción ibérica que, según la ministra, sitúa a España como el país europeo con menor inflación. La titular de Trabajo anunció que seguirá presionando por aumentar de nuevo el salario mínimo, para que la democracia «chegue tamén aos salarios». Criticó que los beneficios empresariales multipliquen por siete, de media, las retribuciones, y reclamó así que «os que máis teñen son os que máis teñen que aportar». Además, en el turno de preguntas del público, respondió a una trabajadora de los servicios de ayuda en el hogar (SAF) que se reunirá con representantes de este colectivo en la sede del Ministerio.

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