La obligada renuncia de una concejala altera los equilibrios en el Ayuntamiento de A Coruña
GALICIA
El PSOE deberá ahora buscar alianzas con más de un grupo al declarar la justicia tránsfuga a una edil ex de Cs que había integrado Inés Rey
23 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La confirmación de la nulidad del nombramiento de Mónica Martínez como concejala de Deportes por parte del TSXG, y su posterior renuncia al cargo, provocará que en el Ayuntamiento de A Coruña sea necesario un reequilibrio de fuerzas para que el gobierno local encuentre apoyos estos cinco meses que restan de mandato. El PSOE gobierna en minoría y la actual configuración de la corporación le obligará a buscar más de un socio para alcanzar mayorías en el pleno.
Un juzgado de lo contencioso-administrativo de la ciudad y posteriormente el TSXG coincidieron en señalar que la incorporación de Martínez al gobierno local por parte de Inés Rey supuso vulnerar el artículo 73.3 de la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local por ocupar cargos de responsabilidad y recibir emolumentos superiores a los que le correspondían por el cargo electo. La denuncia partió de la Marea Atlántica, que lo planteó como un caso de transfuguismo.
Martínez, que recurrirá al Supremo —el Ayuntamiento no—, inició el mandato como única representante de Ciudadanos, pero un año después dejó el partido y pasó a ser concejala no adscrita. En septiembre del 2020 se formalizó su incorporación al gobierno como titular de Deportes.
Su salida, más allá de lo que supone por la propia anulación, tendrá repercusiones en el equilibrio de fuerzas. Martínez, que solo habló a través de redes sociales, deberá decidir si renuncia a su acta de concejala o sigue en la corporación. En caso de decantarse por esta segunda opción, habrá que ver si se mantiene en sintonía con el gobierno local, ya que en los últimos meses la relación con los socialistas se ha enfriado.
Esta cuestión no es menor, ya que su voto es clave para que el PSOE alcance mayorías. Inés Rey lidera un grupo con nueve concejales y durante el mandato se apoyó en la Marea y el BNG para su investidura, o para la aprobación de presupuestos. Los seis ediles de la Marea bastaban para sumar los votos necesarios en el pleno
—la mayoría está en 14 de 27 concejales—, pero tras dos renuncias en ese grupo se quedaron en cuatro, ya que las sustitutas se incorporaron como no adscritas, quedando fuera de las negociaciones de cuestiones importantes. Los dos ediles del BNG no son suficientes para llegar a la mayoría, pero junto a los de la Marea sí. Sin embargo, el PSOE se distanció del Bloque en el último año, por lo que ahora debería volver a tenerles la mano. El PP, con 9 actas, permitió aprobar temas claves como el Novo Chuac o la intermodal, pero ha estado fuera de otras negociaciones, como de los presupuestos. Un puzle complicado en la recta final del mandato.