Esta mañana ha salido a navegar de nuevo, acompañado como el resto del fin de semana por la infanta Elena; Anoche cenó por primera vez fuera de la casa de Pedro Campos y tuvo un breve intercambio de palabras con la prensa
31 jul 2023 . Actualizado a las 19:37 h.Cielo azul, buena temperatura, y ligera brisa. Con esas buenas condiciones, el rey emérito está repitiendo este lunes el esquema de actividad de los últimos días. Poco antes del mediodía salía de Nanín en el coche de Pedro Campos y se dirigía al puerto deportivo de Sanxenxo, acompañado por su hija, la infanta Elena. Ambos estuvieron navegando por la ría de Pontevedra, él a bordo de su barco, el Bribón 500, y ella a bordo del Titia, otro de los veleros que compiten en seis metros con la embarcación del padre de Felipe VI. Volvieron a puerto hacia las dos de la tarde, para ir a comer de nuevo al chalé de Campos. El Bribón ha sido subido ya a dique seco, por lo que no se espera que mañana vuelvan a hacerse a la mar.
Aunque aún no ha dejado Galicia, don Juan Carlos ya parece estar pensando en volver. «Muchas veces, muchas veces», ha respondido el rey emérito al ser preguntado por los periodistas sobre si regresaría a Galicia este verano.
Lo dijo anoche, a su llegada a las instalaciones del Real Club Náutico de Sanxenxo, vistiendo camisa azul, chaleco y pantalón azul marino, y apoyado en su bastón. Allí cenó con directivos de la entidad y con regatistas que participaron en la competición celebrada este fin de semana en aguas de la ría de Pontevedra. Regata en la que venció precisamente el Bribón 500, capitaneado por el ex jefe de Estado, un triunfo por el que se mostró «muy contento».
Fue su primera cena fuera de la casa de Pedro Campos en Nanín, donde se aloja, y también sus primeras palabras a la prensa desde que el pasado miércoles llegó a Galicia, en la que está siendo su tercera visita a España desde que en el 2020 se marchó a Abu Dabi, salpicado por rumores sobre su fortuna oculta y sobre pagos irregulares en el extranjero. En su segunda visita, la que hizo también a Sanxenxo el pasado mes de abril, no pronunció una palabra a los medios, después de que la alta exposición que mantuvo en la primera, ocurrida en mayo del 2022, tensase la relación con su hijo, especialmente por la frase «¿Explicaciones de qué?», dicha entre risas cuando una reportera le preguntó si iba a dar explicaciones sobre las polémicas en las que está envuelto.
La frase pronunciada anoche es mucho menos comprometida, pero sí confirma lo que ya se venía rumoreando: que el emérito quiere normalizar sus visitas a España, aumentando su frecuencia, y que la ría de Pontevedra, y en concreto Sanxenxo, podrían convertirse en su puerto base. Y es que Juan Carlos I y la ría de Pontevedra mantienen un idilio desde hace ocho años, y el paso del tiempo no ha hecho más que acrecentarlo.
Fue en el 2015, precisamente en aguas pontevedresas, cuando se reconcilió con el mar y con la práctica de la náutica deportiva, después de que su salud y varias operaciones lo mantuvieran alejado. En la ría volvió a navegar, a bordo del Acacia, y con el presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, Pedro Campos, como cabeza visible del círculo de amigos que el exmonarca mantiene en Galicia. Ellos, junto con los encantos de la tierra y las magníficas características para la práctica de la navegación que tiene la zona, han actuado como el imán que ha convertido esta villa de Pontevedra en destino recurrente de don Juan Carlos.
En Sanxenxo, en casa de Campos, pasó su último día en España, antes de partir a Abu Dabi desde el aeropuerto de Vigo para instalar allí su residencia. A Sanxenxo, siempre al chalé de su amigo en Nanín, ha vuelto en cada una de las tres visitas que ha hecho desde entonces: la de mayo del 2022, la de abril de este año y la que todavía está protagonizando, sin que se sepa si dejará Galicia este martes o prolongará algo más su estancia.