La impuntualidad de los trenes Avril en Galicia es mayor que la media: ocho de cada diez llegan tarde

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

EDUARDO PEREZ

Las características propias de la línea, con tramos en vía única y distintos anchos y tensiones, empeoran su rendimiento

09 ago 2024 . Actualizado a las 10:45 h.

Los trenes Avril, tanto en su versión AVE como en los Avlo de bajo coste que entraron en funcionamiento hace dos semanas, tienen un rendimiento aún peor en Galicia en lo que respecta a la puntualidad. Hasta el pasado 31 de julio circularon por la línea de alta velocidad Madrid-Galicia 294 convoyes de la serie 106, y su ratio de retrasos se sitúa en el 77 %. Es decir, ocho de cada diez trenes llegan a las estaciones de destino con retraso respecto al horario previsto. Estos datos, aportados por fuentes de Renfe, se basan en el baremo de impuntualidad de la propia operadora ferroviaria, que se fija a partir de los tres minutos de demora.

Las propias estadísticas de Renfe revelan que los retrasos son lo normal en los servicios de larga distancia Madrid-Galicia que se realizan con estos trenes. Por tanto, ni siquiera se consigue que se cumpla el ahorro de tiempo de quince minutos que se planteó cuando se inició el servicio comercial el 21 de mayo. Recortar media hora en el viaje a Madrid, tal y como planeó la operadora en sus simulaciones comerciales, parece ahora mismo una quimera.

Pero lo realmente interesante es que, aunque los Avril sufren averías e incidencias en todos los corredores de alta velocidad por los que circulan, en Galicia esta falta de fiabilidad es aún mayor. Si el nivel de puntualidad medio de los trenes de la serie 106 en todo el país se sitúa en el 40,7 %, en Galicia se reduce al 23 %. Comparar este dato con la media de puntualidad de Renfe en alta velocidad y larga distancia, un 76,2 %, evidencia aún más la situación crítica en la conexión Madrid-Galicia. Aunque casi todos registran desajustes horarios que oscilan entre los veinte y los treinta minutos, las averías más graves suponen demoras de dos horas o más.

La propia Renfe reconoció hace dos meses que algunas de las incidencias que se estaban dando en Galicia tenían que ver con las particularidades de la línea de alta velocidad, con una operación compleja, al tener 122 kilómetros en vía única en cuatro tramos diferentes a lo largo del recorrido que dificultan los cruces. También hay cambios de tensión eléctrica y de ancho de vía, pues la red interior a partir de Ourense está construida en ancho ibérico, mientras que en el resto del trazado —salvo un tramo de ancho mixto entre Taboadela y Ourense— se tendieron las vías con la medida estándar internacional. Esto fue clave para que la operadora pública decidiera llevar técnicos de Talgo a bordo, alegando que en la línea gallega «pueden darse una variedad de situaciones que requieran soluciones específicas e inmediatas».

Todo esto sucede en paralelo a la decisión de Renfe de introducir recortes en sus indemnizaciones por retrasos, tal vez presionada por la falta de fiabilidad de los nuevos trenes de alta velocidad y los costes que le acarrean. Así, si antes en los AVE se compensaban las demoras de quince minutos con la devolución de la mitad del importe del billete, y las de media hora, con el reintegro total, ahora solo se indemniza a partir de una hora de demora. Varios cargos del PP aseguraron ayer que este cambio en la política de puntualidad «no es una casualidad».

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Por otra parte, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, defendió que el Gobierno central «trata de mejorar la situación» de los trenes de alta velocidad entre Madrid y Galicia y, respecto a la petición de la Xunta de una interlocución directa con Renfe, aseguró que mantienen una «comunicación fluida» con el Ejecutivo gallego. El BNG, por su parte, pedirá explicaciones al Ministerio de Transportes en el Senado por los retrasos ferroviarios.