Una agencia de viajes de A Coruña deja a cien migrantes sin pasar la Navidad en su país: «No puedo parar de llorar»

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Los afectados ahorraron durante años para el billete y al llegar al aeropuerto descubrieron que sus vuelos no existían

14 dic 2024 . Actualizado a las 20:20 h.

Cerca de un centenar de inmigrantes no podrán pasar estas fiestas con la familia en su país de origen porque compraron los billetes en una agencia de viajes de A Coruña y al llegar al aeropuerto les dijeron que sus vuelos nunca fueron abonados. Duele el dinero perdido porque para pagar el billete muchos de ellos se dejaron el lomo trabajando y ahorrando durante años. Pero duele mucho más, según cuentan, el disgusto de quedarse sin una Navidad soñada en mil noches.

Llevaban meses esperando el día de subir al avión y reencontrarse con los suyos. Algunos pidieron un crédito para comprar los vuelos y otros, como Julia y Amanda, tuvieron dos trabajos para que toda la familia pudiese viajar. Hay historias que hielan la sangre. Como la de Emilio, que tuvo que hacer malabares económicos para adquirir el billete y llegar a tiempo a Cuba para despedirse de su abuela muy enferma. O la de Luigi, que no es capaz de consolar a su hijo, destrozado porque tenía la ilusión de conocer a sus abuelos y tendrá que esperar.

La agencia de viajes en la que confiaron, ubicada en el número 255 de la avenida de Fisterra y conocida como A&M Tours, es desde esta semana un polvorín. No para de entrar gente a reclamar lo suyo. Muchos de ellos con las maletas. Gente llorando, malhumorada y exigiendo la devolución de su dinero o reclamando una solución para coger otro vuelo. Pero ni lo uno ni lo otro. La Voz intentó sin éxito ponerse en contacto con el propietario del negocio, que lleva dos días que apenas pasa por el establecimiento. Son sus dos empleadas las que escuchan las quejas y los lamentos.

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¿Qué es lo que les dicen a los afectados? Pues que ellas «no tienen culpa alguna, que el dinero que recibieron por vender los billetes se lo transfirieron a una empresa mayorista instalada en Madrid y que fue esta la que pagó los vuelos a las compañías aéreas», explica Johana.

Sobre la mesa de la agencia, barajadas como un mazo de cartas, se amontonaban las reclamaciones. Por ahora solo les dicen que cubran un cuestionario y pongan su número de cuenta bancaria para que les devuelvan el dinero, «pero no saben cuándo será eso».

Los afectados dicen que acudieron a esa agencia porque nunca se vio involucrada en ningún escándalo. No había pasado nunca nada hasta ahora y el negocio se fue haciendo con una cartera de clientes gracias al boca a boca en el barrio del Agra do Orzán, con una gran población latina. «Nos fiamos porque nos dijeron que funcionaba muy bien. Por eso creemos que puede ser cierto lo que dicen y que también la agencia es víctima de esa empresa mayorista», cuenta Víctor, que ayer tenía que estar aterrizando en el aeropuerto de Lima pero estaba con las manos en los bolsillos en la cercana calle Barcelona. Sin 5.000 euros —viajaban los cuatro miembros de su familia después de cuatro años sin ver a los suyos— y destrozado.

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En su mayoría no son personas que puedan comprar otro billete. Es gente trabajadora, con sueldos modestos y con unas ganas inmensas de volver a abrazar a sus padres, abuelos, hermanos y amigos de la infancia. Jessica cuenta que llevaba dos años preparando su viaje a la República Dominicana. Tiene dos trabajos: por la mañana cuida a una señora y por la tarde limpia en una empresa. Comparte piso con tres compatriotas y todos los meses les envía 300 euros a sus padres, «que apenas tienen para vivir». Lleva seis años sin verlos y hace dos decidió ponerse a ahorrar. Pidió a sus jefes que le diesen vacaciones en diciembre: «Llevaba semanas nerviosísima y contenta por volver a abrazarlos. Llegué con la maleta al aeropuerto de Alvedro y me encuentro con esto. No puedo parar de llorar».