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Luz verde al rescate de las autovías autonómicas con peajes en sombra y a la subida del 1,7 % en las dos que son de pago

GALICIA

En una imagen de archivo, la autovía AG-56, que une Santiago con Brión
En una imagen de archivo, la autovía AG-56, que une Santiago con Brión Sandra Alonso

La tarifa de la AG-55, entre A Coruña y Carballo, y de la AG-57, do Val Miñor, se actualiza a partir del 1 de enero con un incremento equivalente al 95 % del IPC interanual

27 dic 2024 . Actualizado a las 18:25 h.

La Xunta ha dado luz verde este viernes al rescate de cuatro autovías gallegas con peaje en la sombra, lo que significa que los usuarios no estaban abonando ninguna cantidad por circular por ellas, aunque el Gobierno gallego sí aportaba anualmente un pago a la concesionaria. Se trata de la AG-56 Santiago-Brión; la AG-41 de O Salnés; la AG-11 de O Barbanza; y la  AG-31 Ourense-Celanova. Esta operación, valorada en 299 millones de euros, supondrá para la Administración gallega un ahorro de 330 millones hasta el 2040, que es cuando finalizaba la última de las concesiones a las empresas privadas. Hace ahora algo más de un año, el Consello de Contas puso en entredicho este modelo de colaboración público-privada en las autovías gallegas y concluyó que era lesivo para las arcas autonómicas. Hechos los cálculos a medio plazo, a la Xunta le ha traído a cuenta pagar el rescate para ahorrarse dinero. 

El mayor desembolso irá a la gestora de la AG-56. Se trata de una sociedad compuesta por Dragados (Iridium), Extraco Construcións e Proxectos y Francisco Gómez y Cía. Percibirán 95 millones. La vía Santiago-Brión entró en servicio en el 2008 y su concesión finalizaba en el 2035. El rescate de la AG-31 Ourense-Celanova costará 85 millones. Su concesión, en el 2009, se la llevaron compartida Copasa y Extraco Construcións e Proxectos. Su puesta en servicio data del 2013 y el contrato iba a seguir hasta el 2040. Otros 72 millones serán para recuperar la autovía AG-11 de O Barbanza, que en el 2006 fue adjudicada a Itinere (Sacyr) y Caixa Galicia (hoy Abanca). Quedó lista en el 2009 y quedaría liberada en el 2036. Por último, la Xunta abonará 45 millones a Copasa, Puentes y Abanca (originalmente a Caixanova), que se adjudicaron gestión de la AG-41 en el 2005. La vía de O Salnés entró en servicio en el 2008 y el contrato tenía vigencia hasta el 2035.

Peajes en las dos de pago

Por otra parte, el presidente Rueda ha anunciado que se mantendrán las bonificaciones actuales de los peajes en las autopistas A Coruña-Carballo (AG-55) y del Val Miñor (AG-57) y que se consolidan para el 2025 las congelaciones en la subida de los peajes de años anteriores, actualizándose únicamente el mínimo contractual. El Gobierno gallego destina una inversión de 4,9 millones euros en el 2025 con la ampliación del convenio vigente recientemente aprobado, y con el que la Xunta de Galicia consolida la limitación de la subida de los peajes del 2021 y su congelación en el 2023 y 2024. En esos años, la inflación estaba desbocada y las familias lo precisaban, según ha explicado Rueda, lo que permite ahora consolidar esa congelación y solo actualizar según el IPC. De este modo, durante el año 2025, los peajes en las autopistas autonómicas AG-55 y AG-57 se actualizarán con el 95 % del IPC interanual de octubre del 2023. Esto es, un 1,7 % a partir del 1 de enero.  La Xunta ha anunciado además que se mantienen los descuentos vigentes y que, de este modo, la tarifa se mantendrá un 15 % por debajo de la que correspondería de haberse actualizado según el contrato en los últimos años. Esta medida tiene como objetivo beneficiar en el 2025 a los cerca de 28.000 usuarios diarios de estas dos vías autonómicas.