La mala relación con el padre de su hijo podría obligar a Jessica Bueno a establecer su residencia lejos de su pareja
24 ago 2014 . Actualizado a las 12:01 h.La brillante temporada que Jota Peleteiro ha completado en el Eibar, con un ascenso histórico a Primera División incluido, ha servido para que el jugador gallego revalorice su figura y su caché y ya de paso pueda abrirse paso en otras ligas en las que poder poner la mirada en metas más ambiciosas. Varios clubes han llamado a su puerta durante este verano para intentar tentarlo, pero finalmente ha sido el Brentford F. C., de la Segunda División inglesa, el que se ha hecho con sus servicios para las próximas tres temporadas a cambio de millón y medio de euros. Pero el traslado a Inglaterra y la evolución en la carrera del deportista podrían verse empañados por una nueva guerra entre su novia Jessica Bueno y Kiko Rivera, su ex y padre de su hijo Francisco.
La modelo no dudó en cambiar su Sevilla natal por Eibar cuando Jota Peleteiro comenzó a jugar en el equipo homónimo del municipio guipuzcoano y puso casi 900 kilómetros de distancia entre padre e hijo. La reacción del ahora DJ no tardó en llegar, y tras el revuelo mediático las aguas volvieron a calmarse con la firma del convenio regulador. Finalmente, el juez dictaminó custodia compartida y, así, el nieto de Isabel Pantoja pasaría quince días con su madre y otros quince con su padre.
Pero la situación ahora es distinta. Y si el camino hasta Eibar supuso la primera gran guerra entre la expareja, la distancia que hay hasta Londres podría desatar un conflicto internacional. La modelo podría estar planteándose la posibilidad de llevarse a su hijo a Londres para continuar con su vida a lado del futbolista. Y eso es algo que Kiko no estaría dispuesto a permitir. Con la ley en la mano, si Jessica tiene la intención de cambiar de domicilio deberá informar oficialmente, a través de juzgado, de dicho propósito y además deberá acompañar la petición de la nueva dirección, un teléfono de contacto y un plan de entrega del menor. Pero si el DJ se niega a ese cambio, como todo parece indicar, a Jessica Bueno y Kiko Rivera no les quedaría más remedio que volver a verse las caras en los tribunales, ya que en ese caso será un juez el que dictamine lo que se ha de hacer en relación al menor.
Aires de cambio
Días atrás Jessica había comentado que «vienen muchos cambios, un año alucinante, enriquecedor y lleno de sorpresas», sin embargo parece que las ilusiones se han tenido que transformar en cautela. Por lo de pronto, y asesorada por sus abogados, la novia del futbolista gallego prefiere no volver a hablar de futuro hasta encontrar una solución. Jota Peleteiro ya ha comenzado a entrenar y, aunque a la modelo la ciudad londinense le parece un gran sitio para retomar su carrera profesional, tendrá que esperar para poder fijar su residencia y así no separarse de los dos hombres que ocupan por completo su vida: su hijo Francisco y su novio Jota Peleteiro.
El futbolista gallego y Jessica Bueno han sido una pareja inseparable desde los comienzos de su relación, y aunque ahora mismo se encuentran en una situación desconocida, deberán armarse de paciencia y ser muy cautos para volver a tener la vida que llevaban en Eibar, y por la que luchan a diario. Tal y como están las cosas, y con la temporada futbolística en Inglaterra a punto de arrancar, tendrá que ser la modelo la que viva a caballo entre España e Inglaterra. Jessica podrá ir a ver a su novio aprovechando las quincenas que el pequeño Francisco pasa con su padre, pero si quiere llevarse a su hijo cuando le toque la custodia a ella, el padre del menor tendrá que dar la autorización. Y todo apunta a que no lo hará.
Estrenando los 24
No se había cumplido ni una semana desde que Jota se marchó a tierras inglesas para firmar el contrato con el Brentford, y el futbolista regresó a España para sorprender a su novia en el día de su 24 cumpleaños y ya de paso concederle uno de sus deseos. El futbolista tiró de tarjeta para comprarle a su novia un bolso con estampado de camuflaje de Michael Kors que la modelo había señalado en la lista de deseos que tiene en su blog personal y que le gustó casi tanto como la visita de su chico.
«Ya me podéis imaginar pegando gritos por toda la casa. Siempre estoy achuchándolo, pero es que casi lo estrujo», escribió Jessica sobre el regalo de su novio. Pero todo lo bueno se acaba, y tras una visita relámpago para ver a su novia, Jota Peleteiro se ha vuelto a Inglaterra para continuar con su carrera y aguardar en soledad a su amada. ¿Pero hasta cuándo? Por ahora, él en Londres y ella a esperar.
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