Richard Gere, encantado con su nueva vida en Madrid junto a su «alma gemela»: «Este es nuestro momento»
GENTE
Matrimonio desde 2018, Alejandra y Richard Gere dejaron atrás Estados Unidos para establecerse en Madrid. El actor y su mujer coruñesa criarán en la capital española a sus hijos, Alexander, de 5 años y James, de 4. La publicista gallega comparte proyectos solidarios en común con su marido: «Lo que hizo que nos enamorásemos fue nuestro corazón activista»
23 ene 2025 . Actualizado a las 16:52 h.«Somos como almas gemelas. Tenemos los mismos valores, vemos el mundo de la misma manera, y desde el primer momento sentimos que nos conocíamos desde hace mucho tiempo». Así define Alejandra Silva, la mujer de Richard Gere, a su marido en el nuevo número de la revista Elle. En una larga entrevista, el actor (Pensilvania, EE. UU., 1949) y la publicista (A Coruña, 1983) posan en espectaculares fotografías y cuentan cómo ha sido dejar atrás su vida en Estados Unidos para empezar una nueva etapa en Madrid. Un paso más en una relación que empezó con felices coincidencias y que hoy se ha convertido en un matrimonio que comparte dos hijos y proyectos solidarios en común. Cuando se conocieron hace más de una década, en 2014, los dos se estaban divorciando. Ella del empresario canadiense Govind Friendlan, con quien tuvo a su primer hijo, Alberto. Él acababa de dejar atrás su relación con la también intérprete Carey Lowell.
«Esto sólo pasa una vez, si es que te pasa... Nos unió el karma de nuestras vidas pasadas», explica Silva, de apellido hoy ya Gere, cuando vio entrar en el hotel de la costa almafitana del que era propietaria junto a su exmarido al actor de Pretty Woman.
Residencia en La Moraleja
Pasado el flechazo, hoy el matrimonio Gere se ha establecido en La Moraleja. Allí se ha mudado con sus dos hijos, Alexander y James, que tienen 5 y 4 años. Richard parece haberse adaptado de maravilla a su nuevo país de residencia y en la prensa del corazón ya se le ha visto paseando por el centro de Madrid, tomando churros con chocolate o comiendo en conocidos restaurantes. «Este es nuestro momento. Estamos más felices que nunca. Ella, porque está en casa y yo porque, si Alejandra es feliz, yo también», explica a Elle el actor. Los 33 años de diferencia entre los miembros de esta pareja y que por primera vez él viva lejos de su país natal, no han hecho mella en la relación.
Toda la familia, incluido el primer hijo de Alejandra, comparten el mismo techo y solo Homer, el hijo mayor del actor, de 24 años, se ha quedado en Estados Unidos, aunque también se le ve con frecuencia por la capital de España en períodos vacacionales. «Es un padrazo» es uno de los halagos que pueden leerse en Elle a raíz de su vida familiar.
Proyectos solidarios en común
«Una de las cosas que más nos unen y lo que hizo que nos enamorásemos profundamente fue nuestro corazón activista», relata a la revista ella sobre uno de los pilares de su unión. «Se trata de dar voz a gente que no la tiene y de crear conciencia», secunda a su mujer Richard Gere.
Y es que desde España, el matrimonio Gere pretende dar continuidad a los proyectos solidarios que ambos han impulsado. Entre ellos está su compromiso con la ONG Hogar Sí: «Queremos ayudar a este país a acabar con el sinhogarismo. Nuestro objetivo es que, de aquí a 5 años, nadie duerma en la calle», detalla Alejandra al respecto. Las acciones humanitarias ya formaban parte del día a día de la estrella de Hollywood, bien a través de The Gere Foundation con proyectos ambientales centrados en el Tíbet, o de ayuda humanitaria canalizados a través de Open Arms o Survival Internacional.
Alejandra, por su parte, explica los esfuerzos del matrimonio realizados en un área de más de 100 kilómetros de costa en la región de Costalegre, en el estado mexicano de Jalisco, un lugar que describe el actor como un paraíso natural: «Montañas bajas en una selva tropical y capas de dunas sobre un océano prístino. Eso solo puedes verlo en tus sueños». «Si encuentras algo así, tienes que preservarlo, cuidarlo, de ahí nace Sierra a Mar», dice Alejandra sobre esta iniciativa que la revista que les entrevista premió recientemente con el Elle Eco Award.