El alcalde de Madrid tiene 49 años y su mujer 28, y nunca han ocultado su deseo de ser padres
25 ene 2025 . Actualizado a las 19:51 h.José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo esperan su primer hijo nueve meses después de la mediática boda en la que se convirtieron en marido y mujer. La pareja no había ocultado nunca sus deseos de convertirse en padres lo antes posible después de contraer matrimonio. El anuncio lo ha hecho el propio alcalde de Madrid con un escueto «Pronto seremos tres en la familia» junto a una foto de él y su mujer muy sonrientes.
Martínez-Almeida, de 49 años, y su mujer, Teresa Urquijo, de 28, se contrajeron matrimonio en un boda en abril del 2024 a la que asistió parte de la familia del rey.
Hace unos meses, el alcalde de Madrid había participó en el pódcast que conduce Vicky Martín Berrocal, titulado A solas. En él, Almeida respondía a la pregunta de si sería padre pronto: «No puedo esperar mucho. A ver si voy a ser padre-abuelo».
Mostrando una vez más su lado más cercano y natural, el político charló distendidamente con la diseñadora sobre cuestiones alejadas de los asuntos relacionados con la alcaldía de Madrid y más cercanas a su vida personal. Hace balance seis meses después de su boda con Teresa Urquijo y Moreno y revela cómo es su nueva vida de casado junto a la que define como la mujer más increíble del mundo.
«Yo creía que me iba a costar mucho más, o sea que es mérito de ella. Cuando te casas tan mayor -a los 49 años- tienes tus manías... Pero es mérito de ella, me siento muy cómodo. Cuando llegas a casa y ves todos los días a Teresa...», ha reconocido, confesando que para él la joven abogada de 28 años, a la que conoció hace dos años, «lo tiene todo».
«Cuando veo a Teresa es tranquilidad, es mi refugio en la vida. Saber que hay una persona que siempre va a estar conmigo y siempre me va a apoyar... Igual que yo a ella», ha añadido, afirmando que si algo tiene claro es que pasará el resto de su vida junto a la nieta de Teresa de Borbón y Borbón, con la que, a pesar de su frenética agenda al frente de la alcaldía de la capital, intenta pasar «tiempo de calidad juntos», uno de los secretos del éxito de su relación.
Antes de que se conociera la noticia del embarazo, aseguraba que la única guinda que le faltaba a su felicidad era la llegada de un bebé: «No puedo tardar mucho, a ver si voy a ser padre abuelo», avanzaba. «Nosotros ponemos de nuestra parte, pero esto nunca se sabe», ha afirmado entre risas. Desvelaba que le hubiese gustado ser padre «con más tiempo, porque por una pura cuestión biológica me voy a perder muchas cosas de mis hijos». «No voy a vivir muchas cosas que mis padres vivieron conmigo. Ojalá llegue a los 94 años y pueda disfrutarlo, aunque no podré disfrutarlo en las mismas condiciones», comentaba.