El símbolo del club vigués amplía su contrato un año más y se compromete hasta el 2023
18 abr 2019 . Actualizado a las 09:10 h.El Celta celebrará sus cien años de vida en el 2023 con Iago Aspas en sus filas. En la anterior renovación se había quedado a un año de alcanzar tan emblemática fecha para el club que lleva en las venas, pero el acuerdo anunciado ayer garantiza que hay Iago para tres temporadas más. Poco ha importado que la continuidad del equipo en la máxima categoría no esté garantizada, el ídolo del celtismo y para muchos mejor futbolista de la historia de la entidad quiere seguir siendo céltico pase lo que pase.
El canterano comentaba hace unos días a La Voz que la mala situación del equipo había aparcado las conversaciones que habían tenido a finales del año pasado. Entendía que había que centrarse en la pelea por mantener la categoría, pero dejaba la puerta abierta. «Es un tema que ya trataremos cuando bajen las aguas más calmadas. Cuando esté todo claro tendremos tiempo para hablarlo», afirmaba. Mostraba su deseo de que hubiera predisposición por las dos partes y al final no ha habido que esperar demasiado para verlo plasmado de manera oficial.
La leyenda de Aspas seguirá así, como indicaba el club, sumando nuevos capítulos. Justo en el año en que se cumple una década del día en que comenzó a escribirla. Porque aunque su debut con el primer equipo fue en junio del 2008, no sería hasta un año más tarde cuando el mítico doblete al Alavés anunciara al celtismo que aquel atacante de Moaña, que entonces no había cumplido los 22, había llegado para quedarse.
Aspas cumplía hace pocas semanas 300 partidos con el primer equipo del Celta. Una camiseta, la celeste, que comenzó luciendo en la base para luego empezar esa lista tricentenaria en Segunda y sumarle partidos en promoción de ascenso, Primera, Copa e incluso unas semifinales de Europa League. Siempre como el principal estandarte con independencia de quiénes fueran sus compañeros de equipo en cada momento.
Las lágrimas del partido del Villarreal dieron la vuelta al mundo y asombraron a los que aún no sabían el significado que el club de su vida tiene para aquel chaval que siendo un niño mintió sobre su edad para poder hacer una prueba en el equipo de sus amores. Un Aspas emocionado tras poner fin a tres meses de lesión en los que el conjunto se había hundido en su ausencia, y de hacerlo con dos goles para una remontada que daba vida al equipo. En los siguientes partidos vendrían más goles y asistencias y después de no poder estar por sanción en el Metropolitano, la alegría de la semana se la da esta vez el ídolo a su afición en forma de nuevo contrato.
La anterior renovación de Iago databa de abril del 2017. Parecía entonces que estaba en el mejor momento de su carrera, que tal vez había tocado techo. Pero la temporada siguiente, aunque mucho peor en lo colectivo, se encargó de desmentir esa hipótesis. Y este año, más de lo mismo. Aspas renovaba hace dos años hasta el 2022. Ahora suma una temporada más.
«Feliz de hacer historia»
Iago Aspas comentó a los medios del club que le «gustaría seguir haciendo historia y batiendo todos los récords posibles» y que por eso ha firmado estos cuatro años más. «Quiero jugar muchos más partidos y me gustaría llegar a ser el máximo goleador. Está difícil, pero nunca me lo han puesto fácil y he seguido luchando», apunta.
Iago incide en la importancia que tiene para él estar en la que considera su «casa» y cerca de su familia y sus amigos. «Siempre hubo ofertas y rumores. Con esta renovación quiero cerrar las puertas con el club porque estoy contento de estar aquí», insiste. Y recuerda que ha crecido en el Celta. «Primero como aficionado, luego recogepelotas, futbolista... La cantera se puede ver reflejada en que se puede llegar a triunfar empezando tan pequeño como yo».
Además, pidió a la afición que les apoye de nuevo el sábado porque se juegan «el 50 % de la salvación» frente al Girona.
