La cantidad significa el 66,9 % del gasto en adquisiciones desde el ascenso con un importe global de 116,8 millones en 36 operaciones en ocho temporadas
05 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta mantiene una gestión impecable a nivel económico desde su salida del proceso concursal, con superávits año tras año en su balance económico. Esa situación le ha permitido en los últimos años aumentar su protagonismo en el mercado y este verano tocó techo con una inversión de 26,4 millones de euros en siete fichajes y sin tener en cuenta el valor de mercado imputado a Santi Mina en la operación de Maxi Gómez. El dato simplemente confirma la tendencia, porque en el último trienio el conjunto vigués se gastó 78,2 millones de euros, lo que significa el 66,9 % de los 116,8 invertidos desde su regreso a Primera en 36 operaciones con costo (no se reflejan las cesiones a coste cero y los jugadores que llegaron libres en este tiempo).
La política económica de fichajes del Celta comenzó a cambiar en el verano del 2012. Después de cuatro años en Segunda sin invertir un solo euro en la compra de jugadores, el club quiso asegurar su desembarco en Primera con el desembolso de 5,1 millones de euros en los fichajes de Augusto, Orellana, Krohn-Dehli, Park y Cabral. Al año siguiente repitió la inversión de cinco millones con los Nolito, Fontás, Charles y Welliton, además de algún cedido entre los que se encontraba Rafinha Alcantará. En aquella ocasión la cesión del azulgrana no tenía coste adicional para el conjunto vigués.
La campaña 14/15 fue la más austera en materia de fichajes del Celta en la élite. En el primer año de Berizzo el equipo solo pago por el Tucu Hernández, Bongonda y Radoja, en total 3,8 millones para reforzar a un plantel que sentó los cimientos de lo que vendría poco después.
El primer salto
La primera gran inversión en fichajes se dio en el verano del 2015 con el regreso de Iago Aspas y los fichajes de Daniel Wass y Marcelo Díaz y se completó en el mercado invernal de aquel curso con la adquisición de Beauvue. En total, en la 15/16, el Celta gastó en fichajes 16,3 millones de euros.
Al año siguiente volvió la contención y el único desembolso importante fue el fichaje de Pione Sisto por el que el Celta pagó seis millones de euros al Midtjylland danés. El 80 % de los gastado en fichajes aquel año porque las cantidades pagadas por Hjulsager, Naranjo y Lemos fueron muy inferiores.
A continuación ya aparece el trienio actual en donde el incremento ha sido significativo. Emre Mor marcó el mercado del año 2017 al llegar a Vigo a cambio de 13 millones de euros. Dos años después todavía sigue siendo el futbolista más caro que compró el Celta con Carlos Mouriño en la presidencia. Además, al turcodanés hubo que unirle un fuerte desembolso por Lobotka (5), Maxi (4) y Jozabed (3). En total el mercado se llevó 25,8 millones de las arcas del cuadro vigués.
Esta tendencia se incrementó en 200.000 euros en la campaña siguiente cuando la entidad celeste se gastó 26 millones redondos en cuatro jugadores: Beltrán, Araujo, Okay y Jensen.
Este verano el conjunto vigués gastó 26,4 millones de euros computando en el mercado estival al Toro Fernández, que había sido fichado en enero pero que no estuvo disponible para la plantilla hasta el mes de julio. La palma se la lleva Denis Suárez con 12,9 millones pagados al Barcelona sin contar los variables que se puedan generar. La segunda inversión fue la de Aidoo (8 millones), un central que ha recibido un aprobado unánime en sus dos primeras comparecencias, ocupando el uruguayo Fernández el tercer puesto del ránking de costes con 3,5 millones pagados al Peñarol.
La cifra se hubiese disparado mucho más si a nivel contable apareciese una cantidad asignada al fichaje de Santi Mina (cuyo valor en la operación ha sido cifrado en 15 millones), pero a efectos económicos llegó al Celta a coste cero.
Vuelve la apuesta por los cedidos con cuatro en nómina
Contar con jugadores cedidos fue una apuesta del club en sus tiempos de resistencia -en la campaña 08/09 en Segunda División llegó a tener seis- pero esa tendencia fue disminuyendo de un modo progresivo a medida que el Celta podía acudir al mercado para fichar a los jugadores que el interesaban.
Esa opción regresó esta temporada con cuatro cedidos en la nómina del equipo vigués: Jorge Sáenz, a préstamos dos años por parte del Valencia, Pape, un año por el Olympique de Lyon, Rafinha, por el Barça hasta final de curso y Olaza que vive la continuidad de su cesión del invierno pasado desde Boca Júniors.