Sergio sufre una rotura de menisco y tendrá que pasar por el quirófano, lo que deja a Rubén como único portero y a Fran Vieites como teórico suplente
14 dic 2019 . Actualizado a las 21:42 h.La portería del Celta se ha convertido en un drama. El año que suscitó dudas con la decisión de contar con tres porteros en la primera plantilla, algo inédito, pero cuatro meses después, la previsión se ha quedado corta. Los servicios médicos célticos confirmaron ayer que Sergio Álvarez sufre una rotura en el menisco externo de la rodilla izquierda y que tendrá que pasar por el quirófano, lo que unido a la lesión de larga duración de Iván Villar, deja a Rubén Blanco (que estuvo parado hasta el domingo pasado un par de semanas) como el único portero del primer equipo disponible.
Aun con el galimatías que supone para la cadena de filiales, lo normal es que Fran Vieites sea el suplente ante el Mallorca y que Óscar García abandone la idea de citar a tres porteros para posibilitar que el juvenil Iago Domínguez juegue con el Celta B en el Cerro del Espino ante el filial rojiblanco.
La temporada está siendo una locura en cuanto a lesiones en la portería del Celta. La última, la que confirmó ayer la resonancia magnética a la que fue sometido Sergio Álvarez, que tendrá que pasar por el quirófano para que le sea practicada una artroscopia en el menisco externo de la rodilla izquierda. El plazo de recuperación podría alargarse por espacio de dos meses.
La lesión de O Gato de Catoira, sucedida en el entrenamiento matinal del miércoles, se une a la ausencia de Iván Villar, que fue operado de rotura del menisco externo de la rodilla izquierda, una lesión sufrida en el entrenamiento del pasado 23 de noviembre y que le obliga a parar por espacio de tres meses.
Estas dos lesiones de gravedad son la punta del iceberg de un proceso que comenzó en el verano con molestias de Rubén Blanco, que no jugó un amistoso hasta principios de agosto, y del propio Sergio, que salió tocado (con un problema en el muslo) del partido con el Lille en Vilagarcía a finales de julio y que le impidió estar disponible para el primer partido de liga. Con posterioridad Rubén tuvo problemas de rodilla (se repite la zona afectada) y tuvo que parar dos partidos.
La desgracia bajo los palos se he extendido además al filial ya que Álvaro Fernández se lesionó de gravedad (rotura del ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda) en el tercer partido que disputaba, dejando sin relevo a Fran Vieites en el segundo equipo, lo que provocó que un juvenil comenzase a ejercer la suplencia en Segunda B.
En este escenario el problema ahora se agudiza de cara al fin de semana. Dando por descontada la titularidad de Rubén Blanco ante el Mallorca, Óscar García Junyent necesita un portero suplente, puesto que en teoría debe recaer sobre Vieites aunque sea a costa del filial. El de Pontecesures entrenó ayer con el primer equipo.
Luego está a mayores la decisión de mantener la convocatoria de los tres porteros o dado el carácter especial de la situación el técnico catalán decide prescindir de la tercera opción, lo que liberaría a Iago Domínguez para que pudiese debutar con el filial, con quien ya ha ido convocado, igual que Brais Vázquez.
Esta cadena de necesidades también afecta al juvenil A, del que proceden Iago y Brais Vázquez. Este fin de semana es posible que ninguno de los dos esté disponible para Jorge Cuesta, que se quedaría solo con Brais Rodríguez.