Buen empate en un mal día

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Antonio L Juárez

El Celta sacó un punto muy trabajado ante el Granada en un partido sin juego ni ocasiones

01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta sumó un punto más, sufrido y trabajado, en un partido en el que ninguno de los dos equipos dispuso apenas de ocasiones. Los celestes, más dominadores durante la mayor parte del duelo, sufrieron al final y salieron airosos de una jugada en la que el Granada tuvo dos palos.

Once

Pione Sisto y Beltrán como novedades

Óscar García Junyent introdujo dos novedades en el equipo titular con respecto al equipo que había ganado al Leganés. Para sustituir al sancionado Filip Bradaric, el elegido fue Fran Beltrán, mientras que tras cuatro jornadas sin estar en el once, Pione Sisto fue de la partida. Ninguno de los dos tuvo su mejor partido y ambos fueron sustituidos. También hubo novedades en la convocatoria, con David Juncà, Jorge Sáenz y Pape yendo al banquillo muchas jornadas después, aunque solo este último tuvo minutos. Los descartes fueron Juan Hernández, el Toro Fernández e Iván Villar. El sistema por el que apostó el técnico fue un 4-3-3, descartando la defensa de cinco en esta ocasión.

Desarrollo

Control sin profundidad

Aunque el Granada dio la impresión de salir mandón y estuvo mejor en los primeros compases del duelo, poco a poco el Celta fue haciéndose con el control, si bien las ocasiones brillaron por su ausencia. Les faltaba profundidad a los vigueses, que apenas crearon peligro más allá de un disparo de Sisto, durante todo el partido. Los locales, por su parte, solo conseguían generar sensación de que podían hacer daño a balón parado, pero tampoco inquietaron a Rubén.

Cambios

Menos soluciones desde el banquillo

Destacaba Óscar García en la previa que los jugadores que salían desde el banquillo estaban resultando decisivos y no fue así en esta ocasión. A Santi Mina apenas le llegaron balones, aunque se entendió bien con Aspas en una de las pocas aproximaciones de los celestes, Brais Méndez pasó prácticamente inadvertido en los minutos que tuvo y Pape, en su reaparición tras el episodio de indisciplina que protagonizó en enero, apenas tuvo tiempo.

Juego

Dificultades en la elaboración

El Celta se mostró impreciso y con errores en el pase que le impidieron tener más controlado el partido, especialmente en la recta final. Con Rafinha demostrando nuevamente estar en un gran estado de forma, los demás jugadores del centro del campo no le acompañaron y el equipo mostró dificultades en la salida de balón, lo que hacía que las llegadas a portería fueran escasas.

Portería a cero

Segundo partido sin encajar

Tras ganar por la mínima al Leganés sin encajar, el Celta volvió ayer a dejar su portería a cero. La mejora defensiva ha sido una de las claves del crecimiento del equipo en las últimas jornadas, si bien en la recta final el Granada tuvo dos palos en la misma jugada cuando parecía que lo tenía todo de cara para que en esa acción llegara el primer gol del partido. Por lo demás, Rubén Blanco no tuvo apenas trabajo, lo mismo que el guardameta local. En esos últimos minutos, el Celta acusó el cansancio y se vio sobrepasado.