
Un acto de indisciplina de Hugo Mallo provocó la decisión del técnico de crear una comisión que representase a todas las tendencias de la plantilla del Celta
01 nov 2020 . Actualizado a las 13:27 h.Óscar García reunió a la plantilla en la mañana del viernes en A Madroa y por la noche ya había trascendido los muros del vestuario la decisión adoptada. El técnico catalán, después de un acto de indisciplina de Hugo Mallo, había decidido crear una comisión de jugadores que representase a todas las tendencias del seno del vestuario, no solo a los canteranos, y en ese nuevo orden no aparecía el marinense. Previamente, el club había sido informado de la decisión del técnico y en teoría contaba con su plácet en su calidad de máximo responsable del primer equipo.
Óscar García fue el primero en querer salir al paso del asunto. En primer lugar, para dejar claro que la decisión solo afectaba a Hugo Mallo. «Sergio y Rubén siguen siendo capitanes con Aspas», comentó el catalán en la rueda de prensa en diferido que se ha instalado en el Celta desde que la pandemia llegó a nuestras vidas, añadiendo a continuación la puesta en marcha de «una comisión formada por los líderes de los diferentes grupos que hay en la plantilla», núcleo en el que estarían Denis Suárez, Nolito, Renato Tapia y Jeison Murillo, además de los tres canteranos.
En la elección llama la atención la presencia de un recién llegado como el peruano y de un cedido como el cafetero, pero los dos tienen acentuados rasgos de liderazgo, algo que siempre buscó el técnico en el seno de la plantilla.
El catalán incluso describió cada uno de esos grupos, el formado por los jugadores de la casa formados en A Madroa; aquellos también criados en la base del Celta que volvieron y han vuelto; jugadores de habla inglesa; extranjeros de habla española y jugadores con peso en el equipo que son buenos interlocutores entre el entrenador y la plantilla. La idea tiene como objetivo aunar voluntades dentro de un grupo en donde el peso de los canteranos, que son la mitad de la plantilla, era muy grande en los últimos tiempos. La decisión, según el vallesano se hizo «por el bien del grupo y no tiene nada que ver con los capitanes».
La cúpula, al corriente
La decisión, aunque rodeada de polémica, contó con el apoyo del club. El presidente Mouriño y varios de sus más directos colaboradores tenían conocimiento del asunto. «El club me dio su respaldo para tomar las decisiones que quisiera y es algo interno, que solo sabía la gente de la plantilla y del staff». Al entrenador en absoluto le gustó que un asunto tan interno trascendiese. Lo reconoció ayer: «Es una cosa interna y no me hace ninguna gracia que haya salido», lamentó.
La decisión parece toda una declaración de intenciones y un posicionamiento por parte del catalán. Quiere asumir todo el poder que le da el cargo de entrenador y tomar las decisiones que crea más convenientes por el bien del club y con el objetivo de alcanzar la permanencia. También un aviso para la propia plantilla con hilo directo con los más altos estamentos.
No obstante, este tipo de decisiones son de todo novedosas en Vigo. El único que se atrevió a variar el orden de una capitanía fue Pepe Murcia, que en su día apostó por Rubén y Peña en detrimento de Borja Oubiña, que estaba lesionado pero terminó volviendo al equipo.
Las connotaciones
La situación de Hugo Mallo está cargada de otro tipo de connotaciones, ya que se trata del jugador de la historia del club con más partidos en Primera y que está en la entidad desde alevines. Todo apunta a que el detonante del último desencuentro fue la declaración del pasado domingo cuando Óscar García admitió que el marinense había pedido salir el pasado verano. Durante la semana se apuntó a que podría llegar al partido ante la Real, pero sigue en el parte médico.
«Hay demasiado ruido alrededor y tenemos que centrarnos en la Real, que es un modelo como club»
Óscar García Junyent considera que hay «demasiado ruido» alrededor del Celta y que lo mejor es «centrarse en ganar a la Real Sociedad». El catalán sostiene que van a «conseguir el objetivo» de la salvación y añadió que considera que están «sentando las bases para el Celta del futuro».
La Real Sociedad es para Óscar «un modelo como club y equipo» que le gusta mucho. «Tienen un gran entrenador y persona en Imanol. El club le ha dado confianza, conoce perfectamente a los jugadores de allí, el club tiene una filosofía clara de cantera parecida a la de aquí», indicó valorando que en los últimos años están haciendo las cosas bien.
Considera además que la Real puede hacer «dos equipos diferentes y que estarían luchando prácticamente por lo mismo», porque defiende que juegue quien juegue son un equipo muy difícil de batir. «Nosotros tenemos que seguir siendo competitivos, creyendo en nosotros, insistir en lo que hacemos bien. Seguro que les vamos a competir el partido», confía.
Para conseguirlo hay varios jugadores que deben seguir aproximándose a su mejor versión. «Estamos en el camino de conseguirlo. Ellos están poniendo de su parte para que así sea. Tienen el talento y la actitud y nosotros tenemos que crear un entorno para que se sientan cómodos y saquen su mejor rendimiento». En ese sentido, comentó que Santi Mina lleva tres semanas entrenando muy bien y Denis también. «Eso nos hace ser optimistas y estar seguros de que estamos en el camino correcto».
También dijo estar construyendo los cimentos del Celta del futuro con la cantera: «Hay jugadores jóvenes a los que estamos dando confianza para jugar en Primera. Hemos tenido la valentía de ponerlos a jugar y han demostrado el nivel que tienen. Estamos sentando las bases para el Celta del futuro».
Relación normal con el club
Preguntado por su relación con el club la cataloga de «normal y cordial». «No tengo ningún problema con nadie. Prefiero centrarme en las cosas deportivas, en lo que pasa dentro del terreno de juego», indicó al ser preguntado por el hecho de que se hable de sus posibles sustitutos. Marcelino sigue siendo el nombre que más suena.