La montaña rusa de Sergi Gómez

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

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Lleva dos años de altibajos tras dejar el Celta, al que recibe con el Sevilla

19 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos de los jugadores que han abandonado el Celta tras pertenecer a él en la actual etapa en Primera se han caracterizado por triunfar o por pegarse sonados batacazos. A Sergi Gómez, que este sábado se mide al Celta con el Sevilla como en las dos temporadas anteriores, es difícil encuadrarlo en uno de los dos grupos. Lo suyo hasta ahora han sido dos temporadas y media de altibajos, ganando un título y siendo convocado por la selección española, pero también teniendo que revertir la situación de ser considerado un descarte.

El catalán dejó Vigo en el verano del 2018 como desenlace de una situación atípica. El jugador no había llegado a renovar un contrato que vencía al año siguiente y el Celta había decidido no contar con él. Así que apareció la opción del Sevilla y se fue al club hispalense mostrando su gratitud al club vigués (donde estuvo cuatro temporadas) pero también admitiendo que no había sido el adiós deseado: «Duele que el final con la camiseta del Celta haya sido así», proclamaba.

Ya en el Sevilla, su primer año fue el mejor a nivel individual. El club le daba la oportunidad de jugar Europa League (competición en la que se estrenó con un Celta que no se ha vuelto a clasificar) y entró en los planes tanto de Machín como, ya en menor medida, de su relevo, Caparrós. Disputó 33 partidos de Liga, más dos de Copa y 13 de Europa League, sumando 2.765 minutos que son su récord en una temporada como futbolista profesional.

Le llegó el premio de la selección española con la llamada por parte de Luis Enrique. Corría el mes de marzo del 2019 y el catalán acabó siendo uno de esos futbolistas que únicamente han gozado de una citación (caso también de Brais Méndez hace ahora justo dos años). Aunque no tuvo siquiera la oportunidad de debutar, ha comentado en varias ocasiones que fue un sueño cumplido.

Pero luego vinieron los momentos más críticos. En el verano del 2019, el entonces nuevo entrenador, Julen Lopetegui, le puso la etiqueta de descarte y desde el club se le invitó a salir. Aunque se habló de varias opciones encima de la mesa, ninguna llegó a buen puerto y el central se vio sin minutos y, en ocasiones, sin entrar siquiera en las convocatorias. Su debut en Liga esa campaña se hizo esperar al 1 de diciembre y ya no volvió a jugar hasta el 2020. Entre medias, apariciones en Copa frente a Bergantiños, Escobedo y Levante, todas, eso sí, como titular y disputando los 90 minutos. Lopetegui también le dio algunos partidos europeos.

El parón del coronavirus le llegó a Sergi cuando más estaba participando y, al regreso, volvió a tener un protagonismo más residual. No dispuso de minutos en ninguno de los duelos de eliminatorias de la Europa League que conquistó el Sevilla el pasado 21 de agosto, título al que contribuyó con su participación en la fase de grupos, pero viendo todos los cruces desde el banquillo tanto antes como después de que se interrumpiera el fútbol.

Ya esta temporada, el protagonismo del excéltico viene siendo muy escaso. En liga suma 190 minutos en tres partidos (todos como titular), el último de los cuales fue en la séptima jornada. Para colmo, su debut en Champions frente al Chelsea, que venía dado por el positivo de Koundé, se vio empañado por una lesión que le obligó a retirarse a los 33 minutos. Finalmente, quedó en un susto y reapareció en Liga cuatro días más tarde en el que es su último partido hasta hoy.

En las dos temporadas anteriores, Sergi se enfrentó a los vigueses en tres ocasiones. El balance es de dos derrotas de su equipo, ambas en Balaídos, y un triunfo en el Sánchez Pizjuán. No participó ni fue citado para la última visita de los célticos a este escenario, que terminó con empate (1-1, gol de Denis Suárez, ex del Sevilla) el 30 de agosto del 2019.