Álvaro Vadillo y Miguel Baeza se sumaron a una lista de jugadores procedentes Primera o Segunda españolas que no cuajaron en el Celta
11 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta sigue sin acertar con sus fichajes procedentes de Primera o Segunda españolas. Fran Beltrán es la única excepción desde la llegada al club de Felipe Miñambres, una etapa en la que se ha fichado a seis futbolistas del mercado interior, sin contar a los canteranos que regresaron al club, más dos españoles que venían de jugar en el extranjero.
Los primeros de la lista son José Naranjo y Álvaro Lemos, en el verano del 2016. El primero venía avalado por haber sido el máximo goleador de Segunda, pero apenas estuvo unos meses en Vigo, saliendo aquel mismo mercado de invierno camino del Genk. Tuvo otra oportunidad en Primera con el Leganés, pero luego ha seguido jugando en Segunda y en Chipre, cedido al AEK Larnaca. En cuanto al coruñés, no ha vuelto a jugar en la élite, pero se ha consolidado en Segunda.
En el mercado de invierno del 2017 llegó Jozabed Sánchez, procedente del Fulham pero con experiencia previa en Primera con el Rayo. No puede decirse que resultara un fracaso, pero sí que decepcionó una vez que el club se hizo con él en propiedad, tras unos primeros meses ilusionantes cedido. Con un año más de contrato, ha encadenado dos cesiones y todo apunta a que no seguirá.
Hace tres años, en el 2018, llegaron Beltrán y David Juncà, con trayectorias completamente diferentes. El de Seseña venía de jugar en Segunda y, con momentos mejores y peores, ha disputado 90 partidos de Liga en tres temporadas. El catalán, por su parte, tenía experiencia en Primera, pero fue de más a menos y las lesiones, sumadas a la competencia de Lucas Olaza primer y Aarón Martín después, le lastraron hasta el punto de haber pasado esta última temporada en blanco.
Dos mercados estivales atrás, fue el momento de la Operación Retorno, pero también del fichaje de otro jugador nacional que no cuajó. Jorge Sáenz saldó sus dos temporadas de cesión con nueve partidos disputados, todos ellos en el primero de esos cursos, y 546 minutos. Su negativa a salir le costó ser descarte sistemático junto con Costas. Su cesión y su vínculo con el club finalizan el 30 de junio.
Y ya hace un año, se apostó por Álvaro Vadillo y Miguel Baeza. El primero terminó siendo una operación redonda en lo económico, porque llegó libre y se fue dejando 1,8 millones al haber sido cedido al Espanyol con compra obligatoria si ascendían, como así fue. El cordobés, apuesta de futuro, empezó fuerte, pero ha terminado la temporada con muy poco protagonismo con Eduardo Coudet, cerrándola en el global con 537 minutos en Liga en 22 partidos, pero solo cuatro como titular.
Más hispanohablantes
Tras varios años apostando por jóvenes talentos de ligas menores europeas (caso de daneses, eslovacos o turcos), esa tendencia ha mermado en los últimos mercados, con el croata Filip Bradaric y el ruso Fedor Smolov como principales excepciones.
La llegada de Coudet ha propiciado la apuesta por futbolistas del continente americano. En invierno llegaron Augusto Solari y Facundo Ferreyra -aunque este último no seguirá- y ahora la incorporación de Cervi parece solo cuestión de tiempo. Se escapa así del inconveniente que en un momento dado podía suponer la lengua para jugadores como Emre Mor o Pione Sisto, que nunca terminaron de dominarlo.
El pasado verano, aparte de los españoles, habían llegado Renato Tapia y, en forma de segunda cesión, Jeison Murillo, todos jugadores con el español como lengua materna. Y en el mercado estival anterior, el único jugador con la dificultad del idioma era Aidoo.
Caso aparte en cuanto a los futbolistas llegados de clubes de La Liga es Nolito, incorporado hace ahora un año. Aunque llegó desde el Sevilla, su fichaje fue como una extensión de la Operación Retorno del verano anterior, ya que es un jugador que conoce el club y que ha vuelto a dar su mejor versión de celeste.
