El Celta visita Girona con la duda entre Paciência, que acusa la fatiga, o Carles Pérez y con la necesidad de sumar el primer triunfo para no repetir el anterior arranque
26 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Si el fútbol fuera un estado de ánimo, como pregona más de uno, la cita del Celta en Montilivi ya estaría decantada. Porque el Girona vive en estado de euforia desde que el lunes arrasó al Getafe para firmar su primer triunfo desde la vuelta a Primera y porque el conjunto vigués es un mar de dudas con un punto de seis, el centro del campo sin ajustar y el mercado todavía revoloteando en la mente de todos. Pero, del mismo modo, el balompié también es un terreno de oportunidades. Por eso el equipo vigués piensa que el primer triunfo de la temporada es posible al tercer intento.
La contienda mide dos apuestas tácticas de riesgo. El rombo, único en el mundo de Eduardo Coudet, frente al 1-3-1-4-2 de Míchel, un formato que parte de la idea de los laterales de largo recorrido, pero con un posicionamiento muy alto para la presión, lo que implica que los dos equipos intenten robar muy arriba y que la presión tras pérdida se convierta en un arma fundamental. Los dos contendientes, además, apuestan por dos delanteros y los cuatro ya han visto puerta en este arranque de temporada.
Para afrontar el desafío táctico de los catalanes, el Celta tiene que resolver una cuestión previa de altura: que Óscar Rodríguez y demás novatos tengan clara la hoja de ruta celeste, con la presión tras pérdida y la búsqueda de espacios para atacar en el menor tiempo el área rival como aspectos esenciales. También mejorar la salida de balón de los centrales.
Para llevar a cabo el plan, a priori no se aventuran cambios en el once salvo que Gonçalo Paciência no esté en condiciones. Porque el delantero luso invirtió toda la semana en recuperarse de la fatiga de sus 70 minutos ante el Madrid, pero el Chacho no pudo confirmar si estará disponible. Su ausencia daría paso a la primera titularidad de Carles Pérez, que después de tres semanas en Vigo, ya parece estar en condiciones físicas y de adaptación para dar el paso.
La primera salida
Para los vigueses serán la primera salida de la temporada después de dos partidos como locales. En los cuatro estrenos anteriores fueron capaces de regresar a casa con puntos, algo que se convierte en necesario ahora teniendo en cuenta que el Girona es un rival directo por la tranquilidad y el Celta tiene el precedente del mal inicio del curso pasado que le lastró todo el año.
Míchel tiene la duda de Rodrigo Riquelme por un golpe recibido en el partido del lunes y Samu Saiz es la alternativa para cubrir su ausencia en la media punta. Todos los demás deberían ser los mismos que lo bordaron ante el Getafe con la duda de que el recuperado Espinosa pueda recuperar si sitio en la línea de tres centrales en detrimento de David López.