Aficionados del club de edades y procedencias variadas volvieron a tener su hueco en la Zona Celeste de la web por séptimo año consecutivo
30 dic 2022 . Actualizado a las 09:28 h.Las historias de celtismo son un ingrediente fundamental de Grada de Río desde que la web empezó a funcionar, hace casi ocho años. Este 2022 no ha sido la excepción y por aquí, en concreto en la sección de Zona Celeste, han pasado celtistas de distintas edades y procedencias que compartían vivencias relacionadas con el equipo. Estas fueron algunas de las más destacadas:
*194 años y toneladas de celtismo. Julián (100 años) y Mario (94), hermanos, son los abonados número 2 y número 16 del Celta, dos apasionados del club vigués que lo han sido a lo largo de todas sus vidas y que atesoran infinidad de recuerdos. El mayor ya había contado su historia de celtismo hace unos años en La Voz y repitió con motivo de su centenario y, esta vez, acompañado de otro de los grandes celtistas de una familia que lo es en su totalidad.
*Celtismo en 99 países y sumando. Daniel Martínez es un vigués apasionado de los viajes y del Celta que ha paseado sus colores por una larga lista a la que sigue añadiendo nuevos lugares. Colecciona anécdotas de todas estas aventuras y compartió algunas de ellas con los lectores de Grada de Río.
*El celtismo se volcaba con Óscar, un aficionado que ha volvió a nacer. El joven, de 24 años, contó en Twitter que tenía un 10 % de posibilidades de sobrevivir a una operación y se muestra abrumado por los mensajes recibidos, incluido el de Fran Beltrán. Sus problemas de salud han continuado a lo largo del año, y siempre ha habido celtistas dispuestos a enviarle su cariño y sus palabras de ánimo.
*Un duelo entre superhéroes entre Iago Aspas y Nachito. Nachito, un pequeño con síndrome de Down, revolucionó Balaídos esta temporada cuando fue a hacerse la foto con los jugadores antes de un partido. Se quiso escapar al centro del campo para intentar meter un gol, pero Iago Aspas, pendiente de él en todo momento, pudo controlarlo sin impedir que viviera un momento único.
*«Estar en sitios que conocías por foto es emocionante». El celtista uruguayo Santiago Góngora, cuya historia de celtismo fue publicada en Grada de Río en el 2015 a raíz de su iniciativa de versionar el Himno del Celta visitó Vigo por primera vez el pasado mes de junio y también compartió sus impresiones en La Voz de Galicia.
*El primer día de Xiana en su otra casa, Balaídos, a los ocho meses. David Penela, celtista de cuna, repetía la historia con su hija, que vio por primera vez en directo al Celta frente al Rayo. El orgulloso papá contaba que le hubiera gustado llevarla antes, pero que no había sido posible debido a las condiciones del carné Miudiño, sin asiento y sin disponibilidad de entradas en todos los partidos.
*Asunción Arias, pasión intacta en la socia más longeva. La abonada más longeva de la entidad celeste nació en 1923, igual que el club. Explicaba cómo nació su celtismo y cómo lo sigue viviendo a día de hoy. «No recuerdo el año exacto en que me hice socia, pero si no hace 50 años, deben de estar muy cerca», señalaba. Luego, fue una de las socias que recibieron la insignia de oro, confirmando las fechas que barajaba.
*Sergey, el ruso que empieza de cero en Vigo guiado por su pasión celtista. Klepalov, aficionado del Celta natural de Ekaterimburgo, perdió a su mujer, su trabajo y se vio afectado por la guerra, contra la que se manifestó; en mayo aterrizaba en la Vigo -que ya había visitado en multitud de ocasiones- con la intención de quedarse definitivamente en Galicia.
*El celtista disfrazado de deportivista en Sevilla. Acostumbrado a pasear su pasión celeste por el mundo, Jacobo Gómez sufrió el «vacile» de sus amigos en su despedida de soltero y presenció el partido con la camiseta del eterno rival. Meses después, en su enlace matrimonial, ya solo tuvo cabida el color celeste.
*Mateo, una fiebre celtista fuera de lo común desde antes de cumplir tres años. El padre del niño ha creado una cuenta en redes sociales donde muestra cómo vive el pequeño el celtismo: «La gente alucina con él, es increíble para su edad». «La gente me pregunta si me aguanta el partido entero. ¿Cómo que si me aguanta? Es que presta más atención que yo»; relataba en diciembre David, el progenitor de Mateo.
*Un TFG sobresaliente con la ayuda de más de medio millar de celtistas. Denis Sotelo, aficionado del Celta y estudiante de Publicidad, obtuvo la nota máxima con su proyecto para mejorar la conexión entre el club y su hinchada. Pidió ayuda al celtismo con una encuesta para conocer opiniones y sacar conclusiones que fueran parte de un trabajo que acabó siendo calificado con la nota máxima: un 10.
*Zuhaitz, pletórico con el pantalón de Aspas: «Es un recuerdo para siempre». Un pequeño vasco de madre natural de Meaño y gran aficionado del Celta se llevó del partido de San Mamés el pantalón de su ídolo, que no tenía nada más que darle y al que no le importó quedarse en calzoncillos para contentar al pequeño.
*«Poder ver al Celta en México es un premio de la vida, como si me tocara el gordo». La gira de pretemporada que llevó al Ceta a México permitió ver por primera vez a su equipo a Ramón Hernández, aficionado mexicano de 38 años que se hace llamar en Twitter Chilano Vigués y que formó parte de la nutrida representación de celtistas que arroparon al equipo en el amistoso frente al Pumas.
*Los 1.600 kilómetros de Kevin para ver al Celta en directo tres años después. Un aficionado francés de origen pontevedrés, Kevin Taboada, se reencontraba con el equipo en Montilivi en su primer viaje siguiendo al equipo vigués tras la pandemia. Una paliza que tenía la recompensa de volver a disfrutar in situ de un partido de los celestes.
*Unzué, inspiración para un celtista que padece un tumor cerebral. Hansel, de 30 años, se sirve del ejemplo del excéltico Juan Carlos Unzué en su pelea contra su propia enfermedad.
*Pasión celeste argentina en A Coruña. Camila Magalí es celtista en territorio hostil, A Coruña, y contó cómo vive una pasión que esta argentina que era aficionada de cuna de River ha inculcado a su hija.
*Un pequeño gran corazón celeste en la cantera del Elche. Saúl García es jugador benjamín del conjunto ilicitano y gran aficionado del Celta por herencia de su padre, David, uno de los impulsores de la peña Célticos do Sudeste de Alicante. «Él es del Celta y de sus colores no lo vas a quitar. Es como yo, que soy y seré del Celta», contaba el padre.
*«Cachondeo» para paliar el gafe de un celtista en Balaídos. Luis Suárez protagonizó un «spot» del Celta en el mes de febrero a raíz de que las últimas victorias del equipo como local habían sido sin él. «Tres partidos sin ir a Balaídos, tres victorias. Mañana visito una bruja, no vaya a ser», había escrito en Twitter, sospechando de su posible gafe. El club tomó nota y tiró de humor para un vídeo con él.
*Las maneras en que nace el celtismo. Con motivo del 99 aniversario del Celta, algunos aficionados detallaban cómo había surgido su afición por el club vigués. Los desencadenantes más habituales eran familia, un determinado jugador o unas entradas regaladas en el colegio, entre otros.
*Luz y JES: la historia de una petición de mano en Balaídos. El Celta propició que una pareja de aficionados se comprometiera en el estadio, donde se habían conocido 20 años antes. Ambos contaron a Grada de Río como había sido la experiencia. Meses más tarde, se celebró el enlace, donde el celtismo de ambos estuvo muy presente, como no podía ser de otro modo.
*Carme, la aficionada de Ribeira «infiltrada» por sorpresa en el vestuario del Celta en Gernika. La joven celtista, residente en Bilbao, acudió al partido de Urbierta y, al terminar, preguntó si los jugadores iban a salir a saludar y acabó teniendo acceso a fotografiarse y saludar a todos en las instalaciones del club vasco
*37 años de espera para ver al Celta en Balaídos por primera vez. Carlos Navas, catalán que se dedica profesionalmente al fútbol, se aficionó al club vigués en su infancia y hasta el pasado mes de mayo solo lo había visto en directo a domicilio.
*La sangre viguesa del Gernika. Carlos González, jugador del rival del Celta en Copa, es hijo de vigués y sigue al equipo celeste desde su infancia. Para él, que el sorteo deparara un duelo entre el conjunto vasco y el vigués fue un auténtico regalo y sobre ellos hablaba con Grada de Río en vísperas de la disputa del partido.
*«Fixéronme abonado do Celta aos catro días de nacer e este recoñecemento sabe a gloria». José Patiño formó parte de los abonados condecorado al cumplir 50 años de antigüedad como socios del Celta. El acto se celebró en al Cidade Deportiva Afouteza y él, que acudió en compañía de su hijo, también celtista de cuna, relató cómo había sido el emotivo acto.