El Celta reaccionó en la segunda parte tras una primera para olvidar, pero solo pudo maquillar el resultado y no consiguió evitar la derrota
21 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La puesta en escena del Celta en Villarreal fue un verdadero horror. El equipo de Rafa Benítez, que se vio completamente superado por los de Marcelino desde el primer instante, se fue al descanso con un 2-0 adverso en el marcador, pero pudieron ser más de no ser por las providenciales intervenciones de Vicente Guaita; el guardameta valenciano está demostrando que se encuentra en un gran momento.
El primer sobresalto, respondido con una mano salvadora del meta céltico, no se hizo esperar mas allá de los tres minutos. No fue un accidente, sino el preludio de lo que estaba por venir. Había insistido mucho el técnico celeste en la necesidad de mantener la solidez defensiva de la que el equipo había hecho gala en las últimas fechas, pero se esfumó a las primeras de cambio. Cuando a los trece minutos de juego llegó el primer gol, los locales ya habían dispuesto de otras tres ocasiones claras, pero se habían estrellado con Guaita.
El Villarreal tiró a puerta un total de siete veces en el primer acto, por una del Celta. Llegaban con una facilidad pasmosa los castellonenses ante un Celta desdibujado y sin intensidad. De hecho, solo hizo el cuadro vigués tres faltas en los primeros 45 minutos, por ocho de su rival. Y Guaita, aunque encajó dos goles, realizó cinco paradas antes de intermedio.
Tras el paso por vestuarios, la situación empeoró en tiempo récord. Solo habían pasado unos segundos cuando Soto Grado señaló un penalti más que dudoso cometido por Kevin Vázquez y que permitió a Parejo poner el 3-0. Cuatro minutos después, eso sí, llegaba el 3-1 de Tasos Douvikas y el inicio de un partido nuevo. El Celta comenzó a jugar por las bandas, con Óscar Mingueza —uno de los tres cambios de Benítez al descanso junto— como gran protagonista. Y otro de los que entraron tras el intermedio, Manu Sánchez, dio la asistencia del segundo. Carlos Domínguez fue el tercer hombre de refresco en el intermedio.
A partir de ahí, y con la cifra récord de quince minutos extra, el Celta lo intentó hasta el final. Y del tiro a puerta de la primera parte pasó a cinco —más otros tantos fuera y bloqueados para un total de quince— y el dato llamativo de las 3 faltas frente a ocho rivales pasó a 16 frente a 14, prácticamente igualando el registro. Guaita no hizo ninguna parada en el segundo acto.