El técnico del Celta reconoce a Aspas como «el mejor jugador de la historia del Celta»
21 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El 20 de abril del 2024 pasa a ser un «día marcado» en la vida de Claudio Giráldez como la fecha en que consiguió su primer triunfo en casa como técnico del primer equipo del Celta. «Estoy feliz, muy contento. Pero más allá de Claudio, es importante para todo el celtismo. Ha sido una fiesta, sobre todo los últimos minutos. Todo el mundo ha disfrutado y lo merecíamos todos los celtistas», indicó para a renglón seguido calificar a la afición de «inconmensurable». Se alegra por la hinchada, por el club y, en especial, por los jugadores. «Son los protagonistas de esto. Están trabajando muy bien y estos días les reconfortan mucho», considera.
Al ponerle sobre la mesa las estadísticas de posesión y tiros, admitió que sí era «un poco el plan de partido» que tenían. «Pudimos haber gestionado mejor el balón en ciertos, momentos, sobre todo en el último tercio», admitiendo que no estuvieron bien ajustados con la presión de los jugadores ofensivos en campo rival y en bloque bajo tuvieron «demasiada prisa en querer robar». «En el resto, sí era el plan. Sabíamos que jugaban con gente por dentro que si les robas, les puedes hacer daño en transiciones y en zonas intermedias del campo es difícil robarles porque tienen gente de talento».
Tenía la idea el porriñés de que «la profundidad iba a amarcar quién ganaba» e insiste en que su equipo tiene que sumar registros, como cree que lo está haciendo. «En este momento de la temporada, necesitamos ganar, y cada vez tenemos más recursos para hacerlo, no siempre a través de la posesión y el control y hoy lo hemos demostrado». Puso el foco en que fueron capaces de «hacer muchas ocasiones de gol después de robar y correr, atacando en juego posicional el espacio» mucho más de lo que lo venían haciendo.
Se fijó, asimismo, Giráldez, en que fueron «agresivos en bloque alto en muchos momentos, sin orden los primeros minutos, con un movimento de Moleiro» que les hizo demasiado daño. «Fuimos capaces de corregirlo, defender cada vez mejor. Teníamos que entender que era un partido de estar altos o un poquito más atrás. Estoy contento de que tengamos más registros y seamos menos previsibles», ensalza.
Aunque prefiere fijarse en el trabajo del colectivo, tampoco escatima Giráldez en elogios a Iago Aspas. «Es fundamental para nosotros, está siendo el ejemplo de implicación y trabajo en el día a día. A veces no tiene la recompensa en cuanto a cifras que merece, hoy sí y me alegro mucho por él», señaló recordando que es «una referencia para todos los celtistas» y el mejor futbolista de la historia del club. «No hace falta que diga lo que significa. Hoy ha tenido premio y otros días ha trabajado bien sin tener, a lo mejor, los focos que merecía», dijo.
Trabajo brutal
Giráldez habla de un «trabajo brutal» de todo el equipo. «Me alegro por gente del banquillo que ha entrado y aportado mucho; por gente que llevaba tiempo sin salir de inicio como Carles o Williot (Swedberg) que han estado bien)», indicó. En ese sentido, le parece «importante entender que un día brilla uno y otro, otro, pero el equipo se beneficia de las mejores versiones de cada uno de ellos».
Se mostró contento por Tasos Douvikas, «que tiene que coger esa continuidad», pero les da «gol, verticalidad y potencia». También por Williot, de quien destaca que «ha trabajad muy bien, es inteligente y completo y este partido le encajaba». Añadió que Bamba también estuvo bien cuando salió.