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El acta del Celta Fortuna-Málaga enciende la mecha para un partido de vuelta que apunta a encerrona

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Los vigueses tendrán que enfrentarse a una atmósfera hostil en una Rosaleda a rebosar

03 jun 2024 . Actualizado a las 16:27 h.

Los acontecimientos extradeportivos que se están viviendo en la eliminatoria Celta Fortuna-Málaga evocan a los vividos en el 2011 en el play off de ascenso a Primera entre el primer equipo y el Granada. En aquel entonces, fue una presunta y nunca demostrada agresión a Roberto Fernández por parte de Iago Aspas, a quien después recibieron en Andalucía con carteles de «se busca».

Ahora, la historia parece repetirse. El Málaga comenzó a quejarse la semana pasada por el horario y el día del partido de ida. Ahora, parece el acta arbitral como combustible para el partido de vuelta que sin duda el conjunto malaguista va a calentar en lo posible. El balear Luis Bestard Servera escribió en el documento del partido que «tras la consecución del gol del Málaga, en el minuto 60, aficionados situados detrás de dicha portería, identificados como aficionados locales por sus vestimentas y bufandas lanzaron una decena de botellas de agua de plástico llenas y vacías de tamaño 33 centilitros al terreno de juego sin impactar en ningún jugador». Todo sucedió en el momento que los malagueños celebraban el 1-2 después de un riguroso penalti.

Los célticos ya tenían asumido, con independencia de ese suceso, que la vuelta sería de alto voltaje. Muchos de ellos todavía tienen presente lo vivido en Elda el curso pasado, aunque un escenario como La Rosaleda presenta mayores garantías que el Pepico Amat.

El filial sabe que jugará ante un campo lleno con más de 20.000 espectadores en las gradas esta temporada como sucedió en la visita al Deportivo. «Lo sabemos hacer muy bien, ya fuimos a Riazor, un escenario similar, y nos llevamos la victoria. Creo sabemos lo que tenemos que hacer. No sé cómo van a ir ellos, sé cómo vamos a ir nosotros y es lo que nos importa», comentó Pablo Durán, que con su gol en el 93 le dio esperanzas al filial.

Los vigueses, sin sancionados para el encuentro de vuelta, deben abstraerse del ambiente y centrarse en exclusiva en la tarea de ganar el partido, el único camino que le lleva a la eliminatoria definitiva.