El límite salarial sufrirá un «tajazo»

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El Celta tendrá que rebajar los 80 millones del tope al tener que afrontar un pago de 2,1 millones al fondo CVC y atender a amortizaciones pendientes

25 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Al Celta te toca apretarse el cinturón. Después de alcanzar su tope en el límite salarial del pasado mes de enero al llegar a los 81,1 millones, el conjunto vigués tendrá que realizar un recorte significativo para el ejercicio 24/25 en el que tendrá que pagar 2,1 millones al Fondo CVC y hacer frente a amortizaciones pendientes como el finiquito de Rafa Benítez, que incluso podría cargarse en su totalidad para sacarse el asunto de encima, aunque esa decisión no está cerrada.

En este contexto, el Celta tiene dos premisas. Una, seguir incidiendo en la operación salida para aligerar en lo posible la plantilla y, de un modo paralelo, apostar por la gente de casa, que a efectos financieros supone un colchón importante para poder cumplir el límite salarial.

En ese sentido, el club acaba de incorporar a su primera plantilla a tres jugadores que militaban en el filial el curso pasado, lo que unido al regreso de Hugo Sotelo a la disciplina del primer equipo, coloca en nueve el número de canteranos en la actualidad.

Comesaña, imposible

Este escenario confirma que el fichaje del mediocentro es la única posibilidad y cualquier otra incorporación dependería de las salidas. El jugador ideal sería Santi Comesaña, pero el Villarreal pide una cantidad inasumible para el Celta en el contexto actual. No obstante, el perfil de Comesaña es el que busca el club en el mercado.

Entre los gastos que deben afectar al límite salarial del Celta aparece el plan de pagos al Fondo CVC. El conjunto vigués recibió por este concepto una cantidad de 86,6 millones de euros que se hicieron efectivos entre la temporada 21/22 (46,5) y la 23/24 (34,3), pero ahora debe comenzar con el plan de pagos y este curso tendrá que abonar 2.116,002,17 euros, una cantidad que se repetirá con carácter anular hasta la 26/27. El curso pasado ya se hizo un primer pago de 1,6 millones.

Pero, además, el Celta tiene amortizaciones pendientes de computar en el límite, la más importante, el oneroso finiquito de Rafa Benítez, cuya rescisión desencajó en gran medida las cuentas del club.

Operación salida a otro nivel

En este escenario de contención después de un año de muchos gastos y el solo beneficio de la permanencia, el Celta sigue priorizando la operación salida sobre todo lo demás, pero desde que cedió a Manu Sánchez, lo hace de otra manera. Ya no tiene tantas urgencias y considera que puede marcar mejor los tiempos de un mercado al que le restan 38 largos días.