Iago Aspas, cuando el más veterano es un torrente de energía

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El capitán, de 37 años, inició la liga con un gol y en un excelente nivel de forma

19 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía Claudio Giráldez durante la pretemporada que tenían que parar a Iago Aspas, que estaba pletórico, y la primera jornada del campeonato lo corroboró: 90 minutos de juego, un gol válido, otro anulado y 31 pases dados. «A Iago hay que frenarlo, tiene energía, ilusión y ganas para regalar», dijo el entrenador de su capitán, que acaba de cumplir los 37 años y que ha sido capaz de marcar en las últimas once temporadas de un modo consecutivo.

Da la impresión que la llegada de Claudio Giráldez ha sido un bendición para el moañés, que tiene libertad de movimientos para explotar toda su calidad y sabiduría en el campo. Iago, ahora, parte de la derecha, se asocia con Tasos Douvikas en la punta del ataque y tiene en Óscar Mingueza a uno de sus grandes suministradores, aunque el cambio de costado del catalán ante el Alavés impidiese la conexión habitual.

En el estreno liguero, Iago Aspas comenzó vigilado y desasistido. Luis García Plaza le había puesto la marca individual de Antonio Blanco y durante la primera media hora, apenas pudo entrar en contacto con el balón en la jugada que le valió la roja que después fue rebajada a amarilla por el VAR.

En este escenario, lo que hizo el capitán fue retrasar su posición para intentar sacar del atasco a su equipo y, de paso, encontrar más espacios para su juego. Por ahí, llegó la jugada del gol invalidado. En la génesis del contraataque entraron en escena Mingueza, para lanzar, y Douvikas, para asistir, pero una uña del dedo del pie derecho del heleno provocó que el tanto fuera anulado por un milimétrico fuera de juego.

 

Esa jugada activó al capitán, que se soltó mucho más en la segunda mitad. El moañés se dejó ver por el flanco derecho, aunque siempre acababa dentro del área y en un lance de pillería, apunto estuvo de empatar de cabeza. Fue el que más tiró a puerta de todos los protagonistas y en su tercer y último intento, marcó con un zurdazo el tanto de la victoria en una temporada que afronta cargado de ilusión: «Este es el Celta que queremos ver», dijo después del juego exhibido en la segunda mitad.

El curso pasado, el 10 no había estrenado su cuenta realizadora hasta la décimo tercera fecha y acabó la temporada con nueve dianas. Hace dos cursos, arrancó con gol ante el Espanyol y acabó con doce. No obstante, su importancia en el juego del equipo va mucho más allá de sus números. Por eso la opción de prolongar su carrera siempre está presente aunque acabe contrato el próximo 30 de junio. Si la espalda, y las lesiones le respetan, está claro que tiene cuerda para un tiempo más. La fecha de caducidad todavía puede esperar.