Hugo Sotelo: «Quizá hubo algún malentendido, pero siempre quise quedarme en el Celta»

LA VOZ VIGO

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RC CELTA

El canterano revela que Iago Aspas «se metió por medio» para echarle una mano; «el primer día que subí, no le dije ni hola por vergüenza y ahora es un amigo», señala del capitán

02 oct 2024 . Actualizado a las 15:25 h.

El canterano del Celta Hugo Sotelo aclaró este miércoles que «no hubo ningún problema» para la renovación que finalmente se anunció ayer, «quizás algún malentendido» entre sus agentes y la entidad celeste. «Tanto el club como yo queríamos llegar a un acuerdo», señaló dejando claro también que nunca valoró ofertas para salir. «La primera oferta que tuve fue la de renovación y mi idea cuando me lo dieron ya era quedarme. Se lo comenté a mi madre y era la primera opción».

Su progenitora, Fátima Sotelo, ha sido protagonista en la renovación porque el club finalizaba su mensaje de anuncio con un mensaje de agradecimiento hacia ella, el mismo que le mandó el jugador desde las redes sociales. «Lleva diez años peleando por mí en el tema del fútbol, ayudándome en todo lo posible y aconsejándome. Gracias a Dios, he cumplido mi sueño», celebra. Ella también intenta corregir el carácter fuerte que tiene: «A veces, me comparan con Aspas en eso, para lo bueno y para lo malo. Claudio siempre está encima y ella me dice que es por algo».

Admite el vigués que vivió un proceso largo para la renovación, aunque no tiene demasiada idea de cómo fueron las negociaciones. Bajar al filial fue quizás «un poco duro para la cabeza», pero lo llevó bien al tener amigos allí y por el buen trato de Fredi Álvarez. Confiesa, asimismo, que Iago Aspas «se metió en medio» para ayudarle a él a solucionar algún problema en esos momentos, le pidió consejo y el moañés estuvo ahí. «Le estoy muy agradecido. El primer día que subí a entrenar no le dije ni hola por vergüenza y a día de hoy, lo puedo considerar un amigo». El capitán le decía que se quedara, pero Sotelo insiste en que nunca contempló otra opción.

Claudio Giráldez también le ayudó en esos momentos. «Sabe cómo soy, para lo bueno y para lo malo. Sí que soy un jugador muy impulsivo», algo que su madre, su pareja y el propio técnico tratan de corregir. «No jugué absolutamente nada en los tres primeros partidos, pero Claudio siempre incide en que el grupo es lo importante y que la oportunidad va a llegar siempre. Las tres primeras semanas sí que estaba algo enfadado; habló conmigo y me dijo que siguiera trabajando, que llegaría mi oportunidad», como así fue. «Me dio tres titularidades y muy bien, muy a gusto».

No niega que su carácter «a veces, es un poco complicado y, sobre todo, para un entrenador ver que no estás poniendo a un jugador y se enfada quizás no es lo mejor. Algo jodido», pero lo llevó, pero bien». Corrobora lo que comentó Giráldez a La Voz de que algunas veces diría que el porriñés era el mejor entrenador que había tenido y otras, que el peor dentro de una relación amor-odio que tuvieron en algún momento. «Sí, sí. Seguro. Él dirá lo mismo de mí como jugador». Le está muy agradecido por las oportunidades que brinda a los canteranos y a él en particular.

En cuanto al equipo, observa que deben «dar importancia a lo importante, que son las áreas», en lo que tienen que mejorar, él el primero, aunque considera que están haciendo un buen juego, con y sin él. «Me gusta mucho el juego del equipo y creo que encajo bien», señala.