El club, que pagó los finiquitos de Benítez, todos los jugadores rescindidos y los ejecutivos cesados, cerró la temporada pasada con 7,5 millones de déficit
17 oct 2024 . Actualizado a las 22:49 h.El Celta cerró la pasada temporada con 7,5 millones de déficit después de haber ingresado 114 millones y gastado 121. En los números rojos tienen una importancia decisiva las rescisiones realizadas: la más onerosa, con diferencia, fue la de Rafa Benítez, pero todos los jugadores que se fueron el verano pasado también están computados, así como los ejecutivos que salieron, destacando en este apartado Luís Campos, exasesor deportivo externo, y María José Herbón (exdirectora financiera y, más tarde, corporativa). Todas estas cuentas serán sometidas a la aprobación de los accionistas en la junta general que se celebrará el próximo 20 de noviembre.
LAS GRANDES CIFRAS
Ingresos por valor de 114 millones y gastos por 121
El Celta tenía presupuestados 101 millones para la temporada 23/24. El club superó esta cantidad en trece millones para cerrar el ejercicio con 114 de ingresos, pero el gasto se disparó hasta los 121, lo que generó un déficit de 7.542.452,73 euros. Es la segunda temporada consecutiva y la tercera en cuatro años en la que el club acaba en números rojos, aunque por el momento sigue teniendo fondos propios para mantener la deuda 0.
INDEMNIZACIONES
La salida de Benítez y los demás rescindidos se llevó 7,7 millones
El Celta pagó (según su propia versión), 7,7 millones en amortizaciones la pasada temporada. En estas cantidades, que supusieron el 85 % del déficit, aparece la rescisión de Rafa Benítez, después de una dura negociación, y de todos los jugadores que rescindieron a lo largo del pasado verano: Gonçalo Paciência, JulenLobete, Kevin Vázquez, José Fontán, Miguel Baeza y Lautaro de León, mediante una provisión. También está la consignación de la rescisión de Luís Campos, que fue despedido en diciembre, y de altos ejecutivos como María José Herbón, la anterior directora financiera.
LAS CUENTAS
Subida del 41 % en la venta de entradas y abonados
El Celta ingresó la pasada campaña 5,1 millones por abonados y 3,2 por taquillas. Con respecto al ejercicio anterior, el club ingresó un 41 % más, un porcentaje que se corresponde con el incremento del 40% de espectadores que han convertido a Balaídos en uno de los campos con mayor porcentaje de ocupación de toda la competición.
TELEVISIÓN
2,2 millones menos por derechos audiovisuales
La clasificación de las cinco últimas temporadas pasa factura al Celta en el porcentaje del 25% estipulado en el decreto ley para este apartado. La campaña 22/23 los vigueses ingresaron por televisión 51,2 millones y en la 23/24 la cantidad se redujo en 2,2: 49 millones. Una cifra que volverá a menguar en el ejercicio en curso.
VENTA DE JUGADORES
Computar a Larsen y Gabri Veiga en el mismo ejercicio supuso una inyección de 41,9 millones
El Celta registra una epígrafe con el ingreso de 41,9 millones por la venta de jugadores. La cantidad corresponde a la salida de Gabri Veiga en agosto del año 2023 y de Strand Larsen (computados los 30 millones) en los últimos días de junio de la campaña 23/24. Esta partida resultó esencial para evitar un balance económico letal para la entidad.
COMERCIALIZACIÓN
Cuatro millones en venta de productos
Una de las partidas que registró un mayor salto cuantitativo fue la comercialización por productos del club, que se incrementó en 1,8 millones, lo que supone un 78% más con respecto a la campaña 22/23.
Reservados 600.000 euros del tope salarial para la renovación de los canteranos y los cedidos se llevan 11,5% del límite
El Celta cuenta para esta temporada, al menos hasta el mercado de invierno, con un límite salarial de 77,6 millones de euros, una cantidad que está prácticamente consumida. Únicamente el club se guardó 600.000 euros para las renovaciones de las perlas de la cantera. Dos de ellas, Damián Rodríguez y Hugo Sotelo, son los que han renovado hasta la fecha y ahora falta de oficialización de Hugo Álvarez y Javi Rodríguez.
Dentro de ese límite salarial en curso, los cinco jugadores que el Celta tienen cedidos se llevan el 11,5% del mismo. Es decir, que Manu Sánchez, Unai Núñez (por el que el Celta ya le pagó seis millones al Athletic el pasado verano para hacer efectiva la compra), Carlos Pérez, Carlos Dotor y Miguel Rodríguez les cuestan a los vigueses 8,9 millones. Tenerlos cedidos, para el club, significa mantenerles su valor de mercado y al mismo tiempo, tener la oportunidad de repescarlos el próximo 30 de junio. El pasado verano, el excedente de jugadores fue uno de los principales problemas en la planificación.
Para fichar en enero, salidas
Con el límite salarial al tope, si el Celta necesitase realizar alguna operación en la ventana de invierno solo tiene una salida: vender a algún jugador para poder hacerle sitio dentro del déficit. La otra vía de escape sería una hipotética lesión de larga duración. En este caso, la LFP permite gastar un 70% de los emolumentos del futbolista lesionado.
Para poder cuadrar el límite salarial, resultó clave la apuesta por los jugadores de casa, que rebajaron de un modo considerable las cifras, y que los únicos tres fichajes fueron dos futbolistas cedidos y otro que llegó libre.