El Celta hizo seis goles con 24 disparos entre palos ante los equipos de la zona continental, que marcaron 11 con 23 tiros
21 oct 2024 . Actualizado a las 20:11 h.El Celta de Claudio Giráldez ya ha demostrado que puede competir con cualquiera, pero después de medirse con cinco de los grandes del fútbol español, solo ha sido capaz de sumar un punto de 15 posibles, ante el Girona en Balaídos, donde no pudo ganar a ninguno de los tres rivales de Champions que ya pasaron por Vigo en este arranque de campeonato. «Ante tres rivales de Champions, hemos merecido sacar 6 o 7 puntos y solo hemos sacado uno», se lamentó el sábado el técnico, consciente que le lastró la falta de acierto.
La gran diferencia entre el Celta y sus rivales está en la pegada. Porque mientras el cuadro de Giráldez tiró en 24 ocasiones entre los tres palos para marcar cuatro goles, los adversarios hicieron 11 dianas con 23 intentos, lo que significa que de cada dos disparos, uno acaba dentro. Por el contrario, los celestes necesitan cuatro disparos para marcar un gol.
La primera contienda ante un grande fue la visita a Villarreal, donde el equipo vigués acabó perdiendo en el último minuto del descuento de penalti (4-3) después de fallar ocasiones de todos los colores, especialmente Tasos Douvikas y Williot Swedberg. Aquel día, el submarino y el Celta tiraron más mismas nueve veces a puerta.
Luego llegó la visita a San Mamés ante el campeón de Copa, y aunque el resultado final fue 3-1 para los locales, el Celta tuvo el control y sus opciones, aunque fue su partido más gris. Los de Valverde marcaron tres con cinco tiros y el Celta, que tuvo el balón el 67% del tiempo, uno con cuatro.
El ejemplo del Atlético
A continuación llegó la trilogía de Champions en Vigo, en la que se repitió la misma historia en todas las contiendas. Cuando el Atlético llegó a Balaídos, el Celta de Giráldez todavía no conocía la derrota como local, pero ante los de Simeone, Aspas, Borja Iglesias y Javi Rodríguez lo tuvieron todo a favor para marcar y, sin embargo, fue Julián Álvarez quien lo hizo en el 89. Era el segundo tiro de los rojiblancos entre palos durante todo el partido por cuatro celestes.
Cuatro días más tarde llegó a Vigo el Girona, y al menos en esa ocasión, un tanto de Iago Aspas en la recta final sirvió para salvar un punto. Además, ante los de Míchel, el Celta perdió la posesión y la estadística de tiros a puerta: 2/4. El sábado fue el Real Madrid quien se llevó los puntos tirando dos tres veces a puerta y marcando dos goles. Los cinco del Celta solo valieron para el tanto de Swedberg.