El trabajo en la banda del internacional ourensano, el jugador con más minutos del Celta, será una de las claves para desarbolar al Getafe
04 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nadie ha jugado tanto como Hugo Álvarez esta temporada. El ourensano colecciona minutos, titularidades y hasta ha debutado como internacional sub-21. Poco importa que su ficha siga siendo del Celta Fortuna y que la renovación de su contrato, que le mantendrá de celeste hasta el 2028, esté pendiente de oficialización. Para Claudio Giráldez es lo más parecido a un imprescindible en su idea colectiva de ver el fútbol.
Hugo Álvarez creció en un barrio popular como O Vinteún ourensano, de pequeño aprendió a vivir en un autobús a caballo entre Ourense y Vigo y enseguida se convirtió en uno de los importantes de la ya famosa generación del 2003. Después de la pandemia se encontró con Eduardo Coudet, con el que comenzó a trabajar en el primer equipo siendo juvenil y con la llegada de Claudio al primer equipo dio el salto definitivo con 20 años. El curso pasado participó en todos los partidos con el equipo jugándose la vida, siendo titular en ocho de ellos. Además, marcó un gol que no olvidará en su vida: al Athletic y con sabor a media permanencia.
Esta campaña es un fijo en el carril, especialmente en el izquierdo, su lugar natural aunque sea diestro. Hugo Álvarez ha participado en los once partidos de liga, solo en dos partió desde el banquillo y después de quedarse en casa descansando en vez de viajar a Málaga para la eliminatoria ante el San Pedro, apunta al once inicial para intentar descoser desde la banda el entramado ultradefensivo del Getafe, un equipo especialista en la pérdida de tiempo y que sale con las tablas en la cabeza desde el saque inicial.
En un imaginario tablero de ajedrez, el ourensano sería la torre, un pieza mayor y clave a nivel estratégico, para Giráldez, tanto para montar el ataque como para ayudar en el repliegue por su banda. De su capacidad para atacar la última línea del rival depende en buena medida la profundidad de los celestes. «Dentro del las dificultades que vamos a tener, ojalá seamos capaces de estar mucho tiempo en campo rival, atacarlos con profundidad, ser capaces de hacerles daño en situaciones de su espalda», comentó el entrenador en un plano general del partido, una frase que podría estar dedicada a Hugo Álvarez.
Eléctrico por momentos y conocedor como pocos del sistema del técnico porriñés, el carrilero también tendrá que salir al campo armando de paciencia porque todo indica que al Celta le espera un partido para picar piedra, cargado de interrupciones y falto de continuidad. La contienda de esta noche en Balaídos, además, es la última antes de que Santi Denia ofrezca una nueva lista de la selección española sub-21, y una segunda citación confirmaría la progresión a nivel estatal de uno de los mejores productos que ha fabricado la factoría de A Madroa en los últimos tiempos.