La increíble historia de Mamadou, el alma del documental del Celta «Cielo y Arena»
GRADA DE RÍO

Un guía turístico senegalés volcado con su comunidad es la figura clave del proyecto audiovisual que acaba de presentar el Celta
24 ene 2025 . Actualizado a las 00:09 h.Al senegalés Mamadou Ba le apodaron Campos sus madrinas valencianas, unas españolas que se cruzaron en su camino cuando era un niño y que quisieron costearle los estudios para que pudiera formarse. Le permitieron ser el hombre que es, relata él en el documental Cielo y Arena. La oportunidad de soñar, producido por la Fundación Celta y la Fundación García Chillón Orlando y presentado este jueves en Vigo en presencia de autoridades, aficionados y responsables de los dos organismos, con Marián Mouriño a la cabeza. Dirigido por Gerardo Campero, el proyecto audiovisual muestra el nacimiento de dos escuelas del club vigués en Senegal, con Ba como figura que les da sentido. «Hasta hace unos días, no sabía que podía haber historias de superación tan increíbles como la suya», dice el consejero Miguel Álvarez, otro de los protagonistas.
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Revela el que hoy es guía turístico de profesión que de niño, a los siete años, se cayó de un árbol, se clavó una rama en la cabeza y lo dieron por muerto. Hasta el punto de que se disponían a enterrarlo, siguiendo la costumbre musulmana -su padre lo era- de no dejar pasar más de seis horas. Había sido así de no haber sido por el empeño de su madre, una hechicera, la define él, en que continuaba con vida. En una sociedad machista, como constata el protagonista de esta historia, ella se impuso y consiguió, desde la convicción de que no había fallecido, impedir el entierro. «Digo siempre que mi madre me parió dos veces: como una mujer y salvándome la vida. Y Clara y Amparo han hecho de mí una persona, lo que soy hoy», ahonda sobre sus madrinas.
A partir de ahí, no lo tuvo fácil aquel niño, que permaneció seis meses en coma en un poblado de fetiches, que explica que son creencias tradicionales en los espíritus, y arrastró secuelas durante mucho tiempo, aparte de no recordar nada más allá de la voz de su progenitoravy no poder caminar cuando despertó. Pero ya de adulto, y tras recibir esa ayuda de Amparo y Clara, quiso volcarse con su comunidad, especialmente con los más pequeños, contribuyendo a darles un futuro mejor. Ahora, ayuda a más de 500 niños, con gran atecnción a aquellos que sufren enfermedades raras, y ha permitido a algunos ir a tratarse a España y curarse; de los jóvenes a los que costea los estudios ha salido incluso un ingeniero, cuenta orgulloso.De algún modo, quería devolver lo que había recibido. Una labor que este «medio gallego» -se enamoró de una gallega, vivió doce años en Melide y proclama su eterna morriña- realiza ahora de la mano del club vigués.
Mamadou estuvo presente en el preestreno del documental. «Siempre digo que Galicia tiene algo especial, es una tierra de meigas que engancha», decía en el coloquio posterior. Explica que antes de que llegara el Celta ya había mucha ilusión con el fútbol, pero que ahora se ha multiplicado. «Estamos muy contentos y orgullosos de ver que hay gente que se preocupa de dar oportunidades a los niños», que es la gran premisa del proyecto, que tengan ocasión de desarrollarse y alcanzar el éxito, no necesariamente en el deporte. Se parte de que las opciones de vivir de ello son escasas, pero sí en la vida, procurando que puedan vivir mejor que sus padres y que se alejen de las drogas, un problema del que no está exenta la zona, como también se detalla en el documental. Conciben el deporte como una vía para inculcar valores y formar personas.
A Ba se le preguntaba cuáles son las principales necesidades y que colaboraciones necesita su comunidad. «Miguel hablaba de los Reyes Magos -de que a ningún padre le gusta decir a los hijos que no existen, como tampoco es sencillo que los niños tomen conciencia de que los que triunfan en el fútbol con los menos-. Espero que aquí haya muchos», introducía para luego hablar sobre la necesidad de agua potable o de escuelas. «La base de una sociedad es la educación y hay muchos pueblos que no tienen escuelas. Estamos luchando para levantar una escuela. Yendo a ver los espacios, vemos a niños fumando marihuana. Gracias al Celta, algunos se han acercado a la academia y lo han dejado. La pelota da ilusión y esperanza. Muchas gracias al Celta y a la Fundación García Chillón Orlando por haber viajado casi 5.000 kilómetros para dar ilusión», agradece.
La lucha de Mamadou, repite, es «dar oportunidades a los niños». Y a día de hoy, en Senegal, les faltan también en la sanidad: «Cuando uno llega el médico, te pregunta de qué familia eres y si tienes dinero o no antes de preguntar qué te pasa; muchos mueren por esas cosas». También compartió la situación de un niño con una minusvalía que tiene que ir arrastrándose al colegio y para el que pide ayuda para poder darle una vida mejor. Lo que busca para todos, ahora, de la mano del Celta, que tiene en este documental la plasmación de la nueva filosofía de su Fundación, como recordaba Marián Mouriño antes de darle paso. Próximamente, habrá un segundo pase y también se podrá ver en el canal de YouTube del club.