
El Villarreal suma 30 puntos a domicilio, los mismos que lleva el Celta como local; marcando 24 goles, uno menos que los vigueses en Balaídos
23 abr 2025 . Actualizado a las 11:42 h.Los números del Villarreal como visitante meten miedo: 30 puntos, 24 goles a favor, nueve victorias, tres empates y cuatro derrotas. Curiosamente, casi son idénticos a los que tiene el Celta como local: los mismos 30 puntos, 25 goles a favor y la misma secuencia de resultados (nueve triunfos, tres empates y cuatro derrotas). Dos clones, pero invertidos y con un significativo cambio productivo, porque el Submarino ha sumado 22 puntos como local y los vigueses 13 como visitantes, de ahí la diferencia de nueve (con un partido pendiente) en la tabla.
El equipo de Marcelino es el segundo mejor visitante de la liga, por detrás del Barcelona (36), y solo ha perdido cuatro partidos fuera de casa en toda la liga, el último, ante el Alavés de Eduardo Coudet a principios de marzo: 1-0. Antes, habían caído por un gol en Anoeta y por dos en San Mamés y el Bernabéu. Curiosamente, en las cuatro citas se quedó sin marcar, algo muy inusual teniendo en cuenta su potencial ofensivo. Por el contrario, han sido capaces de empatar en recintos como el Metropolitano y de ganar en campos poco accesibles como Vallecas, Getafe o hace dos semanas en el Villamarín ante el Betis en un duelo por la Champions.

La contienda también es una reválida para revisar el potencial del Celta en Balaídos, donde no ha podido ganar en sus dos últimas comparecencias después de una racha inmaculada. A lo largo de toda la temporada, los vigueses solo encadenaron una vez tres partidos sin ganar, con un punto de nueve ante el Atlético Madrid, Girona y Real Madrid y ahora quieren dejar la racha en dos y sumar el décimo triunfo como local.

Un escenario diferente
La temporada pasada, el Villarreal también visitó Balaídos en la recta final de la temporada y aquel partido sí que tenía la etiqueta de final porque los célticos se jugaban la vida por la permanencia. El encuentro de esta tarde no tiene nada que ver, porque para el Celta la clasificación europea es una ilusión, no una obligación, una cuestión en la que puso el acento el técnico: «Tenemos los deberes hechos, vamos a disfrutar de donde estamos, vamos a disfrutar de este partido y eso no significa que no vamos a dar nuestro 100 % por ganarlo. Lo vamos a dar, tenemos ganas de más, tenemos una ambición que se muestra en cómo nos quedamos después de perder el partido del otro día. La gente sigue queriendo más».
Además, el Celta de Giráldez, siempre valiente, tiene pendiente ganarle a uno de los grandes del fútbol español desde que el porriñés llegó al banquillo y la visita del Villarreal es una nueva oportunidad de conseguirlo. Aunque de fácil no tiene nada.
