Su paraguas tiene 2.400 años

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

HISTORIAS DEL TIEMPO

M.MORALEJO

La introducción de este complemento en Europa no fue precisamente un éxito. Durante siglos fue considerado un objeto femenino y se usaba para protegerse del sol, no de la lluvia

23 mar 2018 . Actualizado a las 16:35 h.

Una cita meteorológica dice: «no se queje usted de la lluvia, reconozca que se le ha olvidado el paraguas en casa». La previsión para los próximos días no permite despistarse. El nuevo tren de borrascas que está cruzando el Atlántico asegura precipitaciones en Galicia cada día. Hoy y mañana serán intensas y caerán acompañadas de granizo y aparato eléctrico.

El origen del paraguas poco tiene que ver con la aplicación que le damos actualmente en Europa. La historia de este complemento se remonta a China hace 2.400 años. Debido a la costosa elaboración, se consideraba un objeto de lujo y su uso estaba reducido únicamente a la gente más rica y poderosa, que lo utilizaban además para protegerse del sol y no tanto de la lluvia.

En China solo las mujeres de clase alta usaban paraguas y además para protegerse del sol, no de la lluvia
En China solo las mujeres de clase alta usaban paraguas y además para protegerse del sol, no de la lluvia

El paraguas llegó al viejo continente a través de la ruta de la seda, aunque su introducción no fue precisamente exitosa. Los europeos habían interiorizado desde la época de la antigua Grecia que se trataba de un objeto femenino y que se usaba solo en días soleados. La palabra inglesa umbrella proviene del latín y significa sombrilla. Es decir, estaba asociado a la protección solar, a mujeres y también a personas muy importantes, como el papa. El umbracullum, que servía para proteger al pontífice, aún sigue luciendo en el escudo del Vaticano que se muestra durante la sede vacante, el período en el que se elige un nuevo papa.

El inglés Jonas Hanway sufrió todo tipos de burlas cada vez que sacaba su paraguas a la calle. El tiempo le daría la razón porque todos acabarían por reconocer el uso práctico de este objeto
El inglés Jonas Hanway sufrió todo tipos de burlas cada vez que sacaba su paraguas a la calle. El tiempo le daría la razón porque todos acabarían por reconocer el uso práctico de este objeto

En la Inglaterra del siglo XVIII la historia de este accesorio cambia de la mano de un famoso empresario londinense, Jonas Hanway, que entendió la utilidad que tenía el paraguas en un clima tan húmedo como el inglés. Claro que su revolución le costó muy cara. Hasta ese momento el método más habitual entre los ingleses para no mojarse consistía básicamente en un chubasquero y un sombrero. Así que Hanway sufrió un auténtico calvario por las burlas de los vecinos cada vez que lo sacaba a la calle. Además sus colegas empresarios consideraban ese invento una amenaza, porque su uso podría provocar un descenso de la clientela en los días de lluvia, justo cuando más vendían muchos negocios. Sin embargo, con el tiempo, la utilidad se impuso a la mala fama y acabaría convirtiéndose en lo que hoy es, un objeto de uso común y cotidiano.

El peor enemigo de un paraguas en realidad no viene de las nubes, sino del viento. Estos días los gallegos deberán armarse con uno bueno porque va a soplar con mucha fuerza. Hoy ya hay activado un aviso en toda la comunidad por rachas que podrían superar con facilidad los ochenta kilómetros por hora. Serán muy intensos esta tarde y especialmente en las provincias atlánticas.