¿Pudo «Gran Hermano» evitar el presunto abuso sexual de José María a Carlota?

C. Aldegunde REDACCIÓN / LA VOZ

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El reality afronta uno de sus mayores escándalos, que tras la sorpresa inicial, se ha tornado en la indignación de muchos espectadores, que se preguntan si desde el programa podrían haber hecho algo para que no sucediese

07 nov 2017 . Actualizado a las 13:52 h.

Gran Hermano afronta en su edición número 18 y tras 16 años en antena un escándalo de tal calibre que podría suponer el verdadero principio del fin del reality más longevo de la televisión. La expulsión de José María el pasado sábado y la salida también obligatoria de la casa de Carlota, con la que mantiene una relación (aunque ella no está expulsada), sorprendía a la audiencia, pero aún lo hacía más la falta de explicaciones de Telecinco. El público esperaba en el Debate del domingo, trasladado por su baja audiencia a la madrugada, a que Jordi González explicase los verdaderos motivos de la expulsión de José María, pero el presentador se limitó a leer el comunicado difundido por Gran Hermano horas antes sin dar más datos ni ahondando más en el tema y centrándose en otros aspectos de la casa.

Ese silencio informativo por parte de Gran Hermano, que siempre exprime al máximo cualquier polémica, en todos sus programas propios y también en el resto de la parrilla televisiva de Telecinco, también era muy sospechoso. La mayoría de los seguidores ya descartaban que las causas de la expulsión de José María tuviesen algo que ver con sus declaraciones sobre que se alegraba de las inundaciones cuando ocurrían en el norte y comenzaban a especular con que algo mucho más grave había ocurrido en la casa de Guadalix. El Confidencial arrojaba luz en este tema este lunes adelantando que la dirección de Gran Hermano había presentado una denuncia por un posible caso de abuso sexual, en el que estarían implicados José María y Carlota. Tras la gran repercusión de la noticia, Mediaset enviaba un comunicado en el que no daba muchos más datos de lo ocurrido: «Se ha expulsado a un concursante por un comportamiento que la productora ha considerado intolerable y que por lo tanto ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil. Permanecemos atentos a los resultados de la investigación y al esclarecimiento total de los hechos, respetando la intimidad de las personas afectadas».

 

Una vez superado el shock inicial, el debate es otro. ¿Pudo Gran Hermano haber evitado este presunto abuso sexual, si es que realmente existió como tal? Si las cosas sucedieron tal y como revela la denuncia ante la Guardia Civil, la polémica está servida, no tanto por el caso de la presunta agresión sexual, que no tiene discusión alguna, si no por la actitud del programa a la hora de actuar e incluso haberla evitado. «En la hora y fecha reseñadas, pudo tener lugar una relación sexual no consentida entre un hombre y una mujer, ambos pareja, dentro de una de las habitaciones donde se desarrolla el programa, detallando que la mujer se encontraba bastante bebida y que el hombre se tapó a sí mismo y a la mujer con un edredón, no pudiendo llegar a ver lo que sucedía con exactitud bajo el mismo. Sin embargo, al haber visto las grabaciones, las cuales no han sido divulgadas, y el contexto en el que se desarrollan acudimos a estas dependencias al objeto de comunicar los hechos», recoge la denuncia que se presentó ante la Guardia Civil.

Según algunos seguidores habrían ido reconstruyendo a través de las redes sociales, los graves hechos que habrían desembocado en una presunta agresión sexual a Carlota por parte de José María habría ocurrido el pasado viernes, durante una de las fiestas que se celebran en la casa de Gran Hermano. Varios vídeos captados en el 24 horas del programa muestran a la pareja yendo a una de las habitaciones donde habría ocurrido este terrible suceso. Lo peor es que en varias grabaciones se puede ver que Carlota no recuerda nada de lo ocurrido a la mañana siguiente. Carlota explica, entre risas, a sus compañeros como el Súper no paraba de pedir a José María que la llevara al confesionario, una exigencia que el denunciado decidía pasar por alto con algunas contestaciones en broma: «Me decía, soy el súper y yo le contestaba, como si eres su madre». Estas imágenes, captadas antes de la decisión de la organización de Gran Hermano, son de las pocas que se han filtrado sobre el tema en las redes sociales.

De ser ciertas estas advertencias por parte del Súper, estaría bastante claro que los trabajadores del programa que siguen el minuto a minuto de Gran Hermano desde Guadalix de la Sierra y desde Telecinco, habrían sido conscientes de que algo iba mal entre la pareja. Pero ¿por qué no hicieron nada por evitarlo? ¿No hay seguridad en Guadalix para hacer frente al algún tipo de contratiempo a cualquier hora del día o de la noche en la casa e intervenir de inmediato? Es poco probable que no la haya, porque y si dos concursantes empiezan a discutir y por lo que sea llegan a las manos, ¿nadie los separa? ¿los dejan que se agredan hasta matarse?. Es muy improbable. ¿Qué pasó entonces? ¿Los trabajadores que se encontraban esa madrugada en Guadalix de la Sierra lo vieron y no hicieron nada? ¿Se fueron a sus casas y allí fueron conscientes de lo que había pasado, o fue otra persona la que al revisar las cámaras fue consciente de la presunta agresión sexual que había ocurrido?

Y tras lo ocurrido se reabre de nuevo el eterno debate de los motivos por los que Gran Hermano proporciona alcohol a los concursantes durante su encierro, uno de los agravantes que habría influido en esta supuesta agresión sexual de José María a Carlota

El caso es que, pase lo que pase, Gran Hermano tiene muchas explicaciones que dar a la audiencia e incluso ante la justicia, para explicar cómo ha sido posible que un escándalo de tal calibre ocurra en un programa en el que en todos los rincones de la casa hay cámaras (y gente viéndolas) y que presume de ser la vida en directo. Y este grave suceso podría incluso poner en peligro la continuidad de un formato que en esta edición de Gran Hermano 17 ya ha comenzado a dar muestras de que está gravemente herido. Este supuesto caso de agresión sexual le daría la estocada definitiva, ya que podría volverse totalmente en contra de Mediaset, que ya sabe como se las gasta una audiencia cabredada, tras el caso de La Noria, en el que el programa tuvo que ser retirado por el boicot de los espectadores a las marcas que se anunciaban ante el programa. Y cabe recordar también la de Argi, tras hacer un chiste sobre ETA, que también enfadó mucho a parte de los telespectadores, que en estos meses han estado muy cabreados con el programa por los cambios llevados a cabo en una edición llamada a ser una revolución, pero que va camino de ser todo lo contrario: un hundimiento. 

Otras polémicas expulsiones disciplinarias en «Gran Hermano»

A lo largo de la historia de Gran Hermano ha habido expulsiones disciplinarias que siempre han estado rodeadas de polémica. Desde la de Carlos El Yoyas, por una discusión tachada de agresiva por la dirección en la segunda edición de Gran Hermano, las expulsiones disciplinarias han formado parte del día a día del reality. La edición número catorce es una de las que ha tenido las expulsiones más polémicas. Danny fue obligado a salir de Gran Hermano por haber filtrado a la prensa su entrada en Guadalix de la Sierra, incumpliendo así las normas del programa. 

La expulsión de Argi puso a la mayoría de la audiencia contra el programa, al considerar que su chascarrillo sobre ETA no había sido para tanto. Incluso llegó a recoger firmas para poder regresar a Guadalix. 

En la última edición, la número diecisiete, Álvaro fue expulsado por un comentario que denotaba crueldad contra los animales. «Si un perro no quiere salir, le pones la correa y le acabas partiendo el cuello de la fuerza», aseguraba. 

Y unos meses más tarde el expulsado era Fernando, que tras su repesca abandonaba la casa por revelar información del exterior.