Su imperdonable equivocación en Twitter, su actitud con los concursantes y la contestación del esposo de la cantante a uno de los «triunfitos» levanta ampollas
18 dic 2017 . Actualizado a las 21:13 h.Mónica Naranjo es, sin duda, la miembro del jurado más mediática y polémica de este OT 2017. Pero, a pesar de ser el azote de los concursantes, la popular cantante no ha logrado, sin embargo, congeniarse con el público del programa, como sí hizo en su día el mucho más agresivo Risto Mejide.
Le juega en su contra que, en esta edición del programa, el magnífico elenco de concursantes ha hecho que cualquier ataque a los chicos encuentre una respuesta masiva por parte de los fans. Mientras en las pasadas ediciones Risto Mejide era el protagonista indiscutible de cada gala de OT, este año los concursantes vuelven a estar en primer plano. Y el jurado, con sus muchas veces hirientes valoraciones, son el enemigo a batir.
Los fans censuraron de Mónica Naranjo ciertos omentarios desafortunados, como cuando le dijo a Mimi que había «desafinado como una almeja», como si estos sabrosos bivalvos tuvieran esa capacidad, o cuando le preguntó a Juan Antonio cómo hacía el amor para evidenciar su falta de gracia para el baile.
Pero la última gala de OT 2017, en la que los dardos de Naranjo fueron hacia algunos de los favoritos del público, como Ana Guerra o Alfred, fue la definitiva para que la cantante se hiciera con una horda de detractores.
A ello se sumaron dos patinazos monumentales a través de Twitter, uno protagonizado por ella misma y otra por su marido.
Ricky y el disco de Mónica Naranjo
Ricky Merino, uno de los últimos concursantes en abandonar la academia de OT 2017, llegó a la conclusión, después de varias nominaciones para él poco explicables, que el jurado le tenía manía. Todo sucedía después de que Mónica Naranjo le dijera, al valorar su interpretación de Madre Tierra, de Chayanne, que él era «vocalmente plano».
En la siguiente gala, la cantante quiso bromear con la supuesta manía que le tenía a Ricky diciéndole que lo iba a observar muy de cerca, comenzando una especie de rifirrafe ficticio entre ambos.
Ricky llevó esta disputa en broma un paso más allá, cuando, tras ir a un centro comercial a comprar el disco de OT, manifestó a través de su cuenta de Twitter que ya estaba agotado pero que había encontrado en su lugar Palabra de Mujer, el segundo álbum de la cantante de Figueras.
Para muchos, era simplemente una broma amigable de Ricky a Mónica. Para otros, sin embargo, era un golpe bajo, en el que el triunfito estaba insinuando que el momento de la miembro del jurado había pasado, y que ahora eran los concursantes de OT 2017 los que triunfaban.
De esta última forma es como lo debió interpretar el marido y representante de Mónica Naranjo, Óscar Tarruella, quien, de muy malas formas, le recordó que ese disco había vendido millones y le anticipaba a Ricky que él no lo lograría «en esta vida ni en ninguna otra».
Los tuiteros se lanzaron a la yugular de Tarruella, que no tardó en borrar su tuit y disculparse, diciendo que se había dejado llevar por un calentón y lamentaba las faltas de respeto a las que se enfrentaban cada día los miembros del jurado.
Un lapsus imperdonable
La más reciente polémica de Mónica Naranjo la hizo quedar en evidencia ante los fans de OT. En la gala, la cantante se jacta de seguir al dedillo las emisiones de la vida en directo de los concursantes del talent show, y afirma ver todos los pases de micros, que se emiten los jueves y los sábados.
El pasado viernes, a media mañana, la cantante de Figueras escribió un tuit en el que decía «A ver qué tal lo hacen hoy en el pase de micros», acompañado de la imagen del gato de Sabrina, cosas de bruja limándose las uñas.
Los fans se lanzaron a corregirla, y le achacaron que no supiera que los viernes, precisamente, nunca hay pase de micros. Ella borró ese tuit, subió otro idéntico corrigiendo la fecha y, posteriormente, explicó que había estudiado las actuaciones del día anterior y haría lo mismo con las del día siguiente, al tiempo que recordaba que las nominaciones se hacen en la gala.
Adopta un hater
La confusión con el día del pase de micros, sumado a las polémicas valoraciones de la última gala contra Ana Guerra y Alfred, no hizo más que alimentar a los detractores de Mónica Naranjo.
Y la paciencia de la cantante catalana estaba a punto de desbordarse. Después de las críticas recibidas por su confusión con el día del pase de micros, Mónica Naranjo explotó.
Tanto, que no tardó en difundir la iniciativa Apadrina un Hater, en el que instaba a los tuiteros a ayudar a los haters, según ella, «unas pobrecitas personas carentes de amor y cariño, que necesitan un lugar para descargar su ira y su frustración».
El movimiento de Mónica Naranjo para acallar a las masas críticas tuvo éxito, ya que #apadrinaunhater acabó convirtiéndose en trending topic nacional durante unas horas.
Ya hace unas semanas, la actitud de Mónica para con sus haters era polémica por la explícita imagen en la que les enviaba un saludo mientras realizaba «una tarea pensando en ellos».
PARA SABER MÁS