Miles de personas exigen en Washington la retirada de Irak

Óscar Santamaría CORRESPONSAL | NUEVA YORK

INTERNACIONAL

MICAH WALTER

La presión contra Bush aumenta y sus niveles de popularidad caen a mínimos históricos Los familiares de José Couso denuncian que su muerte fue un crimen de guerra

24 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

«Yo sé que volverán». Así de convencida se mostró ayer Cindy Sheehan -un ama de casa convertida en la nueva cara del movimiento antibélico en todo el mundo- sobre el regreso de las tropas norteamericanas destinadas en Irak. Y como ella, decenas de miles de personas llegadas desde todo el país que recorrieron las calles de Washington y se plantaron delante de la Casa Blanca para exigir el fin de la invasión del país árabe. Entre ellas, familiares del cámara de Telecinco José Couso. Para apoyar esta causa viajaron hasta la capital americana, que desde el viernes y hasta hoy será escenario de diversos actos de protesta, la madre de Couso, María Isabel Permuy, y su hijo Javier. Ella ya forma parte del grupo Madres de la Estrella de Bronce -nombre de la condecoración que reciben los caídos en combate-, en el que la incluyó Sheehan a pesar de que Couso no era soldado. Permuy quiere, con su presencia, dejar claro que su dolor es igual al de todas las madres que han perdido a un hijo en esta guerra, ya sean estadounidenses o iraquíes. «La muerte de José fue un crimen de guerra», declaró antes de la marcha. Entre pancartas que exigían el regreso de las tropas, con lemas como «Bush mentiroso» y «No más víctimas inocentes», y con consignas pacifistas de fondo como «Desde Nueva Orleáns a Irak, paremos la guerra», los manifestantes añadieron presión a la Administración republicana, que ve cómo los 1.900 soldados estadounidenses muertos en Irak pesan cada día más en la opinión pública. El rechazo a la campaña militar crece sin parar, precipitando la caída en picado de la popularidad de George W. Bush. El movimiento de Cindy Sheehan ha crecido desde que el pasado 6 de agosto acampó frente al rancho del presidente en Crawford, y muchos lo comparan con el que se desató contra la guerra en Vietnam. De momento, el movimiento ya se ha extendido hasta París, Londres y Madrid, donde ayer se celebraron protestas similares.