El Ejército mexicano se despliega en Monterrey ante la ola de violencia del crimen organizado

La Voz EFE | MÉXICO

INTERNACIONAL

22 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno de México desplegó ayer el Ejército en la ciudad de Monterrey, el segundo centro industrial del país, en respuesta al creciente clima de tensión por la violencia del crimen organizado que se ha cobrado la vida de 68 personas este año, 25 de ellas policías. La operación militar se realizó entre las 5 y las 10 horas locales y se centró en tres municipios de la zona metropolitana de esta región urbana del norte mexicano, por donde patrullaron un centenar de soldados en un carro de combate, un camión y media docena de vehículos ligeros. Los militares se dejaron ver por los municipios de Escobedo, Santa Catarina, uno de los más pobres y conflictivos del área, y San Pedro Garza García, una zona residencial. En Santa Catarina fueron asesinados a balazos el domingo pasado dos policías municipales por supuestos sicarios del narcotráfico, y el lunes el director de Tráfico corrió la misma suerte. El sábado, en otro de los municipios próximos a Monterrey, San Nicolás, fue asesinado otro policía municipal. En otros puntos del Estado, la semana pasada secuestraron a un jefe policial y a un agente, así como a siete civiles, y la anterior desaparecieron dos periodistas de la cadena TV Azteca. Segunda ciudad del país En Monterrey y en los municipios cercanos residen el 90% de los cuatro millones de habitantes del estado de Nuevo León, del que es capital. Situado a 933 kilómetros de Ciudad de México, es el segundo receptor de inversiones del país y la segunda ciudad que más aporta al producto interior bruto, sólo por detrás del Distrito Federal. Es sede de grandes empresas como Femsa, la mayor embotelladora de Coca Cola en América Latina; Cemex, el segundo productor de cemento del mundo, y en septiembre acogerá el Fórum Universal de las Culturas. El gobernador de Nuevo León, José Natividad González Parás, admitió en un foro que la inseguridad que genera el crimen organizado podría limitar la competitividad de la economía mexicana.