El comandante en jefe de las tropas de EE.??UU. en Irak, el general David Petraeus, sugirió que podría recomendar una reducción del número de soldados destinados en el país árabe a partir de marzo del 2008 en su informe al Congreso la próxima semana. Los comentarios de Petraeus son la última señal de que los comandantes americanos creen que la decisión del presidente George W. Bush de enviar 30.000 soldados adicionales a Irak, a principios de este año, ha mejorado la seguridad lo suficiente como para justificar una reducción.
En Sídney, donde se encuentra de visita oficial, Bush insistió ayer en que veía signos de progreso en Irak, tanto en el frente militar como político, y nuevamente sostuvo la posibilidad de la reducción del número de soldados, actualmente 160.000.
En una entrevista a la cadena ABC en Bagdad, el general Petraeus explicó que la medida podría estar motivada por las presiones de personal que sufren las Fuerzas Armadas. Cuando se le preguntó si la disminución de tropas para evitar más tensiones al Ejército tendrían lugar en marzo, Petraeus respondió: «Sus cálculos son bastante correctos».
Bush está siendo presionado por los demócratas de la oposición y algunos importantes republicanos que quieren que las tropas estadounidenses empiecen a irse tras más de cuatro años de guerra, en los que han muerto 3.700 soldados estadounidenses y decenas de miles de iraquíes.
No obstante, el presidente aseguró que no existe ninguna decisión definitiva sobre el nivel de tropas e insistió en que no seguirá «calendarios artificiales». «No estoy interesado en los calendarios artificiales o fechas de retirada. Estoy interesado en alcanzar un objetivo», dijo durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo australiano, John Howard. Insistió en que la situación en Irak mejora y defendió su decisión de enviar tropas adicionales al país.