Los líderes italianos inician su campaña para las legislativas de abril prometiendo reducciones fiscales y un aumento del poder adquisitivo.
15 feb 2008 . Actualizado a las 20:08 h.Los líderes italianos de centroizquierda, Walter Veltroni, y de derecha, Silvio Berlusconi, iniciaron su campaña electoral para las elecciones las legislativas de abril prometiendo reducciones fiscales y un aumento del poder adquisitivo. Tras veinte meses de gobierno de Romano Prodi bajo el signo de la austeridad se redujo el déficit dentro de los límites que exige la Unión Europea, pero con el coste de un aumento de la fiscalidad, lo que le hizo acreedor del sobrenombre de «gobierno de los impuestos».
Ambos dirigentes temen ser identificados con esa política en un momento delicado para la población debido al bajo poder de compra del italiano medio, debilitado por los salarios bajos, el aumento de la inflación y la constante presión fiscal. «En Italia los impuestos son muy elevados, por ello confirmo nuestro compromiso para que se pague menos, pero que paguen todos», declaró Veltroni, durante su primera intervención importante en televisión.
Para el líder del Partido Democrático, su amigo Prodi aplicó valientemente rigor y saneamiento, pero ahora es necesario concentrarse en el crecimiento económico del país. Veltroni iniciará el domingo una gira electoral en autobús por toda Italia, durante la cual recorrerá 12.000 kilómetros e intentará convencer a los electores de que «Italia está viva» y que «sí se puede» alcanzar tales metas.
Por su parte, Silvio Berlusconi, que gobernó entre 2000 y 2006, se inspira en sus exitosas campañas precedentes al prometer que no tocará «los bolsillos» de los italianos y que se dedicará a recortar la presión fiscal.
Las primeras medidas económicas anunciadas por los dos candidatos, lejos de constituir un programa, tienen de todos modos objetivos diferentes. El líder de centro izquierda ofreció recortes fiscales hasta de 2.500 euros para los padres de niños recién nacidos y medidas fiscales para las empresas que empleen mujeres.
Salario mínimo
Veltroni aprueba la idea de fijar un salario mínimo de 1.000 a 1.100 euros para los trabajadores precarios, aunque no precisa si será el Estado o la empresa privada la que cubrirá la diferencia con respecto a los actuales entre 800 y 900 euros que percibe esa grupo cada vez mayor de empleados sin un puesto de trabajo estable.
«Hay que subir los salarios, 'congelados' desde 2000», reconoció Veltroni, quien citó estudios del Banco Central italiano que demuestran que los salarios subieron tan sólo el 1% entre 2000 y 2006.
Por su parte Berlusconi volvió a prometer la eliminación del impuesto que pagan los propietarios de una sola residencia y aseguró que va a exonerar a los empresarios y trabajadores del pago del suplemento de impuestos por las horas extraordinarias trabajadas y las primas de Navidad.
Los dos candidatos han mantenido un notable silencio sobre cuál será la procedencia de los fondos para sus políticas, a la vez que anuncian la reducción de los gastos del Estado.
Silvio Berlusconi anunció también que quiere acelerar el cambio en la edad de jubilación de 57 a 60 años, previsto para 2011, lo que puede provocar duras fricciones con los sindicatos. Las medidas previstas por Walter Veltroni costarían entre 6.200 y 17.000 millones de euros, mientras que las de Silvio Berlusconi llegan a 11.700 millones de euros, según los cálculos del diario económico Il Sole 24 Ore, que critica «las promesas generosas con fondos improvisados» de los dos candidatos.