Divididos sobre la decisión de boicotear o no la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, los cancilleres de la Unión Europea insistieron ayer en que China y el Dalái Lama deben dialogar. España, Portugal y Suecia manifestaron su oposición a cualquier tipo de boicot.
Los dirigentes europeos son presionados por militantes de derechos humanos para hacer un fuerte gesto contra la represión en el Tíbet boicoteando la apertura, el 8 de agosto en Pekín, pero no parecen dispuestos a llegar tan lejos. Al abrir ayer la reunión informal de dos días de ministros de Exteriores en la ciudad eslovena de Brdo, el esloveno Dimitrij Rupel, cuyo país ejerce la Presidencia de la UE, afirmó que el bloque «va a recomendar este diálogo» pedido por el Dalái Lama a China para resolver la crisis en el Tíbet.
Fue el presidente francés, Nicolas Sarkozy, el primero en evocar abiertamente una posibilidad menos dura que el boicot total, pero muy significativa desde el punto de vista político: no asistir a la inauguración de los Juegos. En las últimas horas, varios dirigentes de ex países comunistas anunciaron que no viajarían a Pekín: el presidente checo, Vaclav Klaus, su homólogo estonio, Toomas Hendrik Ilves, y el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Confrontado a la difícil decisión de boicotear oficialmente la ceremonia o inclinarse ante la política que impone el poderío económico chino, el Gobierno alemán optó ayer por una cómoda tercera vía y anunció que ningún miembro del Ejecutivo, incluida la canciller Angela Merkel, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, negó que la decisión estuviese vinculada con la situación en Tíbet.
En cambio, el primer ministro británico, Gordon Brown, confirmó que Gran Bretaña «participará en la ceremonia de apertura». Londres organizará los próximos Juegos, en el 2012.
España, Portugal y Suecia también manifestaron ayer su oposición a todo boicot, instando en cambio a aprovechar el evento para incitar al diálogo. «No estamos a favor del boicot en absoluto. Los Juegos son la mejor ocasión para hacer una plataforma para eliminar controversias, crisis, hablar de diálogo, política, todos los problemas, y por lo tanto no boicotear», dijo Miguel Ángel Moratinos.
Acuerdo con Rusia
Otro de los temas de la cumbre informal de Brdo es el desbloqueo de la firma de un amplio acuerdo de asociación política y energética con Rusia. La UE se puso ayer como meta el mes de abril para desbloquear las negociaciones de ese ambicioso acuerdo, pero antes deberá superar el veto de los lituanos, que han tomado el relevo de Polonia a la hora de impedir un pacto con Moscú.
Si hace unos meses era Varsovia la que impedía la unanimidad por las restricciones a sus exportaciones de carne, ahora el más beligerante es otro territorio ex comunista, Lituania, que, entre otras cosas, ha sufrido frecuentes cortes de petróleo ruso. El futuro presidente ruso, Dimitri Medvédev, se reunirá con la UE en junio próximo.