El Parlamento federal alemán convocará al gremio de control parlamentario, la comisión más secreta del Bundestag, para investigar un escándalo que salpica a la embajada en Trípoli (Libia), los servicios secretos y al ex canciller Gerhard Schröder.
Varios miembros de los comandos especiales de la policía germana, soldados y miembros de las tropas especiales de élite del GSG-9 habían entrenado en secreto e ilegalmente a agentes libios, entre los años 2005 y 2007.
Los cursos en Libia se impartían fuera de servicio y en período de vacaciones. Incluso un oficial de la policía solicitó un permiso para poder entrenar a los agentes de Gadafi, por lo que habría cobrado 50.000 euros.
Los expertos dieron a los libaneses instrucciones en técnica de disparo, seguridad personal, autodefensa, asalto de edificios o aviones ocupados por terroristas y seguridad en los aeropuertos. Según el Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, los «profesores» violaron las leyes alemanas al utilizar información confidencial y material secreto.
La actividad fue descubierta en junio del 2007, pero el escándalo estalló ahora cuando Renania del Norte-Westfalia admitió que ocho agentes de élite habían sido suspendidos del servicio activo y se les había abierto un expediente disciplinario.
El escándalo cobró ayer una nueva dimensión cuando el periódico Berliner Zeitung señaló que la colaboración secreta e ilegal había sido pactada en el 2005 entre Schröder y Gadafi. El principal damnificado podría ser el ministro de Exteriores Frank Walter Steinmeier, entonces jefe de la Cancillería y de los servicios secretos germanos.