Evacúan a los 10.000 supervivientes en Beichuan por temor a la rotura de un dique

DPA

INTERNACIONAL

18 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La ciudad de Beichuan, en la provincia suroccidental de Sichuan, muy afectada por el terremoto del lunes, fue evacuada ayer ante el peligro de rotura de un dique. Miles de personas y los equipos de rescate huían lo más rápido posible a lugares situados a mayor altitud. «Todos corren» o se van en motocicletas, relataba la reportera de la televisión alemana ARD Ariane Reimers, que también escapó de la ciudad con su equipo.

Al principio se desataron el pánico y el nerviosismo, pero después de diez minutos la evacuación transcurrió de forma ordenada. «Todos se ayudaban unos a otros, incluso en lugares estrechos». La gente gritaba «corre, corre» o «rápido, rápido», informó Reimers mientras huía con su camarógrafo y una asistenta a las montañas. Se calcula que solo 10.000 de los 30.000 habitantes de la ciudad sobrevivieron al seísmo.

Además, el río que pasa por Beichuan apenas tiene agua, aparentemente porque los daños causados por el terremoto de magnitud 7,9 en la escala de Richter cortaron su caudal. Cerca de Beichuan el seísmo provocó corrimientos de tierra con guijarros y rocas que bloquearon un río y formaron un lago. Los expertos ya se dirigieron a esa presa natural para valorar el peligro que pueda suponer.

Los equipos de rescate habían advertido de que un dique amenazaba con romperse en la zona y de que era necesaria la evacuación, tras aumentar el nivel del agua. «La presa podría romperse en estos momentos», aseguraron a la agencia Xinhua. No está claro por el momento la dimensión de la zona afectada ni de qué dique se trata.

Mientras tanto, la cifra oficial de muertos por el terremoto ascendió ayer a casi 29.000, y la de heridos a casi 200.000. Más de 100.000 soldados fueron desplegados para buscar entre los escombros y ayudar en las tareas de rescate. El jefe de Estado y partido Hu Jintao visitó las zonas más afectadas para presenciar los daños sobre el terreno.

Debido a las malas condiciones higiénicas y el clima cálido y húmedo, sigue aumentando el peligro de epidemias. Los cadáveres no pueden ser enterrados o incinerados a tiempo. Y a pesar de la gran operación de ayuda, falta asistencia médica.

Rescatado tras 100 horas

Algunos supervivientes, rescatados más de 100 horas después del temblor, relataron ayer cómo se mantuvieron con vida. Peng Zhijun, de 46 años, consumió cigarrillos y su propia orina. El hombre señaló que debió beber su propia orina y comer cigarrillos y pañuelos desechables para sobrevivir. «Tenía que salvarme», dijo.

Estaba atrapado con un brazo roto y lesiones en sus piernas entre los escombros de un edificio en la ciudad de Beichuan. «Desarmé los cigarrillos y me comí el tabaco. Cuando se terminaron los cigarrillos, usé los pañuelos desechables».

Agregó que solo podía mover un brazo. «De alguna forma logré sacarme el zapato y juntar mi orina». También contó que una y otra vez golpeaba un muro caído para llamar la atención. Cuando habían pasado casi 100 horas, lo halló un equipo de rescate. «Estaban emocionados de hallarme con vida, igual que yo. Lloré mucho».

Además contó que otros tres supervivientes fueron hallados junto a él, y que también ellos bebieron su propia orina. El hombre había instado a otros a seguir su ejemplo. «Pero no me hicieron caso». Contó que más de diez personas estaban sepultadas junto a él. «Al principio aún estaban todos con vida».

Mientras tanto, alrededor de cinco millones de personas a quienes el terremoto dejó sin hogar en la provincia de Sichuan siguen en condiciones desesperadas: la infraestructura está destruida, las condiciones sanitarias son precarias y no es suficiente la incapacidad para enterrar a los muertos, que se amontonan, al igual que la basura. También falta personal médico y sangre para transfusiones para los alrededor de 169.000 heridos. El Ejército chino planea levantar dos hospitales adicionales en la región, adonde llegarán diez equipos médicos.