Medvédev asiste a la cumbre de Shanghái para buscar el apoyo de China y de las ex repúblicas soviéticas
28 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La presión sobre Rusia, muy criticada tras haber reconocido la independencia de las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, aumentó ayer con la advertencia de la Unión Europea de replantearse los lazos diplomáticos y económicos con Moscú, que tiene la responsabilidad de no desatar una «nueva guerra fría».
Francia y Reino Unido subieron su tono ante Moscú. El ministro de Exteriores británico, David Miliband, de visita en Kiev, declaró ayer que el presidente ruso tiene la responsabilidad de no desatar una nueva guerra fría con Occidente. «Nosotros no queremos otra guerra fría y el presidente de Rusia tiene la responsabilidad de no desatarla, aunque diga que no la teme», dijo Miliband. El jefe de la diplomacia británica señaló que en esta nueva situación el Grupo de los Siete (EE.?UU., Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá e Italia) ha de revisar el grado de sus relaciones con Rusia. «Debemos revisar la naturaleza y profundidad de nuestras relaciones», aunque sin procurar su «aislamiento internacional», que sería «contraproducente», afirmó Miliband. Añadió que los ministros de Exteriores del G-7 celebrarán una reunión para trazar una política común hacia Rusia. Advirtió además que las relaciones comerciales de Rusia con Europa serán las primeras víctimas de una nueva confrontación, si Moscú continúa «desafiando a la comunidad mundial».
Por su parte, el presidente francés, NicolAs Sarkozy, advirtió ayer a Moscú que el desenlace del conflicto en Georgia determinará «para mucho tiempo» la relación de la Unión Europea con Rusia. Sarkozy lo acusó de querer realizar un «cambio unilateral de las fronteras» de Georgia, algo que consideró «inaceptable». Tras señalar que «nadie quiere» volver al tiempo de la guerra fría, dejó claro que la pelota está en el tejado de Rusia. El presidente francés indicó que los países de la UE deberán decidir una «línea común» en la cumbre del lunes.
La OTAN urgió además a Rusia a reconsiderar la decisión de reconocer a dos regiones separatistas de Georgia y a respetar la integridad territorial de ese país caucásico.
Georgia, por su parte, ha decidido degradar el nivel de sus vínculos con Rusia y mantener en su Embajada rusa a solamente dos diplomáticos, de los más de 30 actuales, debido al deterioro de las relaciones bilaterales.
Búsqueda de apoyo en China
China expresó ayer «su preocupación» ante la decisión del Kremlin. Pekín «está preocupado por los últimos acontecimientos en Osetia del Sur y Abjasia», afirmó el portavoz de la diplomacia china, Qin Gang. Hasta ahora, China había permanecido en silencio, expresando su esperanza de que las partes en conflicto encontrarían «una solución adecuada a ese problema mediante el diálogo».
La declaración china se produjo poco antes del encuentro del presidente ruso y su homólogo chino Hu Jintao en la cumbre de Shanghái, que se celebra hoy en la capital de Tayikistán, Dushanbe. Según un asesor del Kremlin, Medvédev intentará convencer a China y a las ex repúblicas soviéticas en el centro de Asia de que el reconocimiento de la independencia era una necesidad.