La prensa oficialista de la dictadura señaló al país vecino como campo para el apoyo «material y logístico» de los opositores.
15 dic 2008 . Actualizado a las 15:44 h.El gobierno de Botswana desmintió hoy las acusaciones de Zimbabwe de que participa en una supuesta conspiración de la oposición zimbabua para derrocar al gobierno del presidente Robert Mugabe.
El periódico estatal zimbabuo «Herald» cita al ministro de Justicia, Patrick Chinamasa, quien acusa al Ejecutivo de Ian Khama de poner a disposición del Movimiento para el Cambio Democrático (MCD), de Morgan Tsvangirai, «su territotio, material y apoyo logístico», y además de «reclutar y entrenar a jóvenes para la eventual desestabilización del país con el objetivo de un cambio ilegal de régimen».
«El gobierno de Botswana afirma que las acusaciones son falsas», señaló a dpa el portavoz del Ministerio del Exterior, Clifford Maribe. «Botswana ha sido muy claro al afirmar que nunca dejará que su territorio sea usado para lanzar ataques».
Las acusaciones de Zimbabwe marcan una escalada en la hostilidad del régimen contra el país vecino, cuyo presidente ha sido una voz fuerte en las críticas a Mugabe y se ha negado a asistir a dos cumbres de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) debido a la presencia de Mugabe.
Además, Botswana no reconoce la victoria de Mugabe en una elección presidencial violenta en junio. Khama ha reclamado nuevas elecciones, supervisadas internacionalmente, en tanto que su ministro del Exterior, Phando Skelemani, llamó a los países africanos a cerrar sus fronteras con Zimbabwe para obligar a Mugabe a dimitir.
Chinamasa afirma tener «evidencia convincente» de que Botswana, un país habitualmente elogiado por el funcionamiento de sus instituciones, «se ha puesto al servicio de poderes imperiales occidentales (...) y ha decidido ser un factor desestabilizador en la región».
Sin embargo, no dio detalles acerca de la «evidencia», que dijo que ahora está en manos de la SADC.
También el propio MCD negó las acusaciones de haber entrenado jóvenes en Botswana para una insurrección armada. «Los partidos que participan en el bandolerismo son partidos que no creen en la democracia», señaló el secretario general del MCD, Tendai Biti.
«Hemos rechazado salir al campo con armas ligeras sobre nuestros hombros. Buscamos el cambio democrático a través de medios no violentos», indicó.
Desde su formación en 1999 y a pesar de que sus miembros son acosados, detenidos de forma arbitraria e incluso torturados, el MCD ha hecho de la resistencia no violenta su principio rector.