El encuentro, a nivel de técnicos, sirvió para intercambiar las primeras impresiones tras la presentación oficial el martes del borrador estadounidense.
21 may 2010 . Actualizado a las 09:51 h.Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU celebraron hoy una reunión informal para analizar la propuesta de Estados Unidos de imponer una cuarta ronda de sanciones internacionales a Irán por su programa nuclear.
El encuentro, a nivel de técnicos, sirvió para intercambiar las primeras impresiones tras la presentación oficial el martes del borrador estadounidense, que cuenta con el apoyo de los cinco miembros permanentes del máximo órgano (EEUU, Rusia, Francia, China, y Reino Unido).
Fuentes diplomáticas confirmaron a Efe que Brasil y Turquía, dos de los diez miembros no permanentes del Consejo, enviaron representantes a la reunión, pero no participaron en las discusiones por su oposición a las medidas, tal como habían anunciado.
Ambos países quieren darle más tiempo a la diplomacia, después de que el lunes alcanzaran un acuerdo con Irán para intercambiar combustible nuclear.
Los cinco miembros permanentes tiene que convencer a al menos otros cuatro integrantes del máximo órgano para conseguir que se adopte el proyecto de resolución.
En ese sentido, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, aseguró hoy en París que la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad no descarta sancionar a Irán, aunque hay tres de los 15 países que son reticentes a castigar de nuevo a Teherán.
Las diez páginas del documento estadounidense endurecen el actual régimen de sanciones y establecen nuevas restricciones en áreas como las actividades financieras, la compra de armas convencionales, y las inspecciones de buques de cargas iraníes en el extranjero, entre otras cosas.
Al mismo tiempo, no incluye medidas contra la industria petrolera iraní, que es uno de los principales proveedores de la economía china.
Todavía quedan por negociar los anexos del borrador, en el que se especifican los individuos y las instituciones sancionadas con la prohibición de viajar y la congelación de bienes.
Israel, EEUU y otros países occidentales sospechan que bajo el programa nuclear iraní se esconde el propósito de fabricar armas nucleares, mientras que la República Islámica asegura que sus proyectos en esta materia son de naturaleza estrictamente civil.