Allende no acertó a matarse y su escolta le dio el tiro de gracia

gerard soler SANTIAGO / EFE

INTERNACIONAL

El periodista Camilo Taufic presenta una investigación sobre el golpe chileno

10 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El presidente Salvador Allende se disparó en la cabeza con una pistola el 11 de septiembre de 1973 en el palacio de la Moneda durante el golpe de Estado, pero quedó malherido y uno de sus escoltas debió darle el tiro de gracia, sostiene el escritor y periodista chileno Camilo Taufic. El autor presentó los resultados de la investigación que ha realizado los últimos años y que concluye con la tesis de que la muerte de Allende fue un «suicidio asistido».

El encargado de rematar a Allende, según Taufic, fue Enrique Huerta, intendente de palacio y miembro de la guardia personal del presidente, los llamados GAP (Grupo de Amigos Personales), en un «acto de solidaridad humana y política».

Esta versión de los últimos momentos de Allende difiere de la difundida hasta ahora, aceptada incluso por la familia, que sostiene que se mató al dispararse en la barbilla con un fusil de asalto AK-47 que le había regalado Fidel Castro.

Para Taufic, esta explicación obedece a un plan ideado por los golpistas para hacer aparecer a Allende «empuñando un arma rusa, regalada por un jefe de Estado comunista, con la cual se dispararía en defensa de su Gobierno, ligando el fracaso de la vía pacífica y la vía armada al socialismo».