La rebelión libia obtuvo ayer una importante victoria al conquistar el aeropuerto de Misrata tras librar duros combates contra las fuerzas leales a Muamar el Gadafi. Los partidarios del déspota dejaron tras ellos varios tanques que los rebeldes incendiaron, mientras en las calles de Misrata, asediada desde hace dos meses, cientos de personas celebraban la toma del aeropuerto.
El avance en el terreno militar facilitará la evacuación de habitantes o de extranjeros residentes en la localidad, así como la entrega de ayuda humanitaria, que de momento solo llega por mar. El puerto, que sigue en manos de los rebeldes aunque fue bombardeado varias veces, recibió ayer el primer cargamento de ayuda norteamericana a los rebeldes.
Por otro lado, en Trípoli varios misiles cayeron por la tarde al este de la ciudad.
El servicio diplomático de la UE abrirá en breve una representación en el bastión de Bengasi, anunció la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton. Los Veintisiete dan así un paso fundamental de cara al reconocimiento de los rebeldes.
El martes, un diplomático español se entrevistó y habló con el fotógrafo Manu Brabo, detenido por las fuerzas del líder libio desde el 5 de abril cerca de Brega.