El consejo de administración del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunió ayer en su sede de Washington para iniciar la búsqueda de un nuevo director gerente. Los europeos parten con ventaja a la hora de dirigir la institución financiera, pero las economías emergentes están dispuestas a dar batalla. En el proceso abierto, Estados Unidos afirmó ayer que apoyará al candidato que suscite amplia adhesión en la institución monetaria, lo que se interpreta como un gesto de respaldo a los países emergentes que exigen el fin de la hegemonía europea.
De momento, ninguna capital europea apoyó oficialmente lo que por ahora es la eventual candidatura de Christine Lagarde, ministra de Economía francesa, pero fuentes en Bruselas indicaron ayer que está «prácticamente entronizada» como aspirante al cargo en el FMI y que se dará una «señal» pública a su favor en la cita del G-8 la próxima semana en Francia.