En su libro Una parte del todo (Ediciones B), el escritor australiano, Steve Toltz, presenta a un personaje, una bella adolescente de melena densa y pelirroja, a la que apoda La coloso en llamas. Es imposible evitar comparar a este personaje (o este apodo) con Rebekah Brooks, aunque muchos de los trabajadores del News of the World y de The Sun la comparen con una de las Brujas de Salem.
A sus 43 años, Brooks ha pasado por los despachos de dirección de dos de los más influyentes sensacionalistas del país, en el año 2000 como directora del News of the World, la directora más joven del Reino Unido, y en el 2003 como primera directora de The Sun. Desde el 2009 controlaba el imperio mediático de News Corporation en el Reino Unido, News International. Su carrera profesional la llevó no solo a ser la mano derecha de Rupert Murdoch (muchos la consideran de hecho como una hija adoptiva), sino también a poder introducirse hasta el interior de las cocinas de la política británica.
Lo hizo sembrando la amistad con el premier laborista Tony Blair y su esposa, Cherie. Su amistad con los Blair no le impidió luego intimar también con Gordon Brown ni ganarse la amistad y el respeto del actual premier, el tory David Cameron, con el que ha pasado unas Navidades y al que solía frecuentar muchos fines de semana en Chequers, donde reside.
Esta facilidad para relacionarse con Cameron era aprovechada por los periodistas de sus rotativos para obtener exclusivas. «Cada vez que Brooks era invitada a Downing Street sabíamos que teníamos que parar las rotativas hasta que nos llamara porque tendríamos una exclusiva para la edición del día siguiente», indicaba hace unos días un extrabajador de The Sun.