Noruega entierra a 32 víctimas, dos semanas después de la matanza

AFP

INTERNACIONAL

El abogado del detenido dejó entrever que otras personas habrían ayudado a Breivik a obtener el material

05 ago 2011 . Actualizado a las 21:50 h.

Noruega enterró este viernes a 32 de las 77 víctimas, la mitad de ellas menores de edad, de la matanza perpetrada por el extremista Anders Behring Breivik el pasado 22 de julio, la peor que vivió el país desde la Segunda Guerra Mundial.

Tal como se había comprometido, la Noruega oficial estuvo representada en todas las ceremonias donde su presencia fue deseada por las familias de las víctimas.

El primer ministro, Jens Stoltenberg, asistió al entierro de Monica Elisabeth Boesei, una mujer de 45 años conocida como la madre de Utoya por ser la persona encargada de organizar desde hacía 20 años el campus de verano de las juventudes laboristas en la isla de Utoya, donde irrumpió Breivik armado y mató a 69 personas.

«Monica ha muerto. Las rosas lloran», dijo el primer ministro antes de inclinarse sobre el féretro blanco y florido de Boesei.

En puntos de todo el país, familiares, representantes y anónimos dijeron también adiós a las víctimas, entre ellas Sharidyn Svebakk-Bohn, llamada Sissi, asesinada pocos días después de haber cumplido 14 años o Johannes Buoe, un joven de la misma edad.

Presentándose como un «cruzado» en guerra contra la «invasión musulmana» y el multiculturalismo en Europa, Anders Behring Breivik, de 32 años, permanece en detención provisional en una cárcel de alta seguridad.

La policía noruega volvió a interrogarle el miércoles, por tercera vez desde su detención. En el transcurso de ese interrogatorio, Breivik explicó sus viajes al extranjero donde, según su abogado, se procuró gran parte del equipamiento utilizado para perpetrar la masacre.

Poco antes de la matanza en Utoya, Breivik colocó una bomba en el centro de Oslo que causó la muerte a otras ocho personas.

El abogado del detenido dejó entrever que otras personas habrían ayudado a Breivik a obtener el material, aunque los investigadores consideran que «con toda certeza» el agresor actuó solo, tal como él mismo afirmó.