Una niña de once años, entre los saqueadores procesados por la Justicia

La Voz

INTERNACIONAL

12 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Uno de los aspectos que más ha horrorizado a los ingleses al irse desgranando poco a poco la identidad de los autores de una violencia tan extrema como la vivida durante cuatro noches en Londres y en varias ciudades de Inglaterra, es su corta edad. Muchos son niños de once y doce años, ni siquiera adolescentes. De hecho, según informaba ayer Scotland Yard, la mitad de los procesados en Londres por los disturbios ocurridos desde el sábado son menores de 18 años.

Uno de los casos más notorio ocurrió en Nottingham, ciudad situada en el corazón de Inglaterra. Allí, entre los acusados de causar desórdenes y daños a la propiedad privada figura una niña de once años. La menor declaró ayer ante el juez y admitió haber participado en los disturbios en su ciudad, en concreto, rompiendo los escaparates de una tienda de ropa. El juez escuchaba atónito la narración de los incidentes protagonizados por esta niña, que solo hace un mes finalizó la primaria y que cuando fue arrestada eran cerca de las doce de la noche.

La menor se encontraba en un restaurante McDonald?s cenando cuando escuchó que había disturbios en el centro de Nottingham, por lo que decidió acudir. Allí se unió a un grupo de treinta jóvenes, todos varones, y a otras tres chicas. La policía la detuvo cuando lanzaba piedra contra los escaparates del comercio New Look and Flannels. La niña, que aseguró ante el juez haber sido incitada por el grupo de jóvenes, tendrá que cumplir una pena especial, por la que estará bajo la supervisión de los servicios sociales durante nueve meses y quedará libre de cargos si durante ese período no comete más delitos.

Chicles y chocolatinas

Su padre ha tratado de justificarla en el juzgado al asegurar que, por su edad, es «fácilmente manipulable», según manifestó tras la comparecencia ante el juez.

En la misma noche de violencia, otros tres menores fueron detenidos, los tres de catorce años, que fueron acusados por un juez de comportamiento violento, y enviados a un hogar de cogida mientras se instruyen diligencias. Y en Birmingham está bajo custodia un chico de quince años que aprovechó los disturbios para robar trece paquetes de chicles y 21 chocolatinas.