La iniciativa está pensada para ayudar a las familias a asumir la tragedia, por este motivo, fueron acompañados por médicos, policías y voluntarios de la Cruz Roja.
19 ago 2011 . Actualizado a las 16:27 h.Familiares de las víctimas de la matanza en Noruega visitaron hoy la isla de Utøya, cuatro semanas después de que el radical Anders Behring Breivik perpetrara ahí una masacre que acabó con la vida de 69 personas.
De las familias directamente afectadas, 50 quisieron ir al lugar de los hechos. Se estima que cada grupo de los familiares que llegaron a la isla en un ferry y en un barco militar contaba en promedio con unas seis personas.
Los afectados fueron acompañados por médicos, policías y voluntarios de la Cruz Roja. Los efectivos policiales debían explicarles dónde se encontraron los cadáveres de sus seres queridos.
La iniciativa está pensada para ayudar a las familias a asumir la tragedia. «Creo que la visita les significa mucho. Pueden ver dónde pasaron sus familiares sus últimos días y dónde fueron hallados», explicó la ministra de Salud, Anne-Grete Strøm-Erichsen, al canal NRK.
Breivik, en tanto, compareció hoy brevemente ante un tribunal de Oslo que deberá decidir si extiende o no su prisión en condición de aislamiento.
La vista tuvo lugar a puerta cerrada. El abogado de Breivik, Geir Lippestad, señaló que su cliente explicó su situación en la cárcel y pidió que no se amplíe la medida de aislamiento. El 25 de julio, la corte decidió que Breivik permaneciera ocho semanas en prisión, cuatro de ellas en aislamiento.
La policía quiere extender esas condiciones por otras cuatro semanas, pero su abogado Geri Lippestad señaló que ello sería muy duro para él.
Breivik estuvo «calmado» durante la comparecencia, dijo Lippestad.
Un abogado de las víctimas dijo que el inculpado no «mostró ningún arrepentimiento».
A partir de hoy comienza un luto de tres días en el país. El sábado se espera que los supervivientes de Utøya vuelvan también a la isla para enfrentarse a lo ocurrido. El domingo está prevista una ceremonia en Oslo con representantes del gobierno, la casa real noruega y familiares de las víctimas, supervivientes y fuerzas de rescate.
La última víctima de los 77 muertos en Noruega fue enterrada el jueves.