La intención de Huntsman no era realmente conseguir la nominación sino entender desde dentro cómo funcionan las campañas presidenciales.
17 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Jon Huntsman abandonó ayer la guerra en la que se han convertido las primarias republicanas. Huntsman pidió a sus ya excontrincantes que dejen de hacer una campaña negativa. Según dijo, lo único que están consiguiendo es crear un ambiente político «tóxico». El exembajador de EE.UU. en China también declaró que apoya la candidatura de Romney, moderado como él.
Parece que la intención de Huntsman, que siempre ha ido muy abajo en las encuestas, no era realmente conseguir la nominación sino entender desde dentro cómo funcionan las campañas presidenciales. Se cree que lo que tiene en mente es presentarse en el 2016 si Obama gana en noviembre.
Con su abandono, quedan cinco candidatos. El primero en las encuestas es el ganador de las dos primeras citas, Mitt Romney, que cuenta con una intención de voto en Carolina del Sur del 29 %. Romney es ahora el único moderado de la contienda. Tras él se sitúa, con un 25 % de intención de voto, uno de los ultraconservadores, Newt Gingrich; en tercer lugar está el libertario Ron Paul, con un 20 %, y los últimos, los otros dos candidatos más a la derecha con Gingrich, Rick Perry, con un 9 %, y Rick Santorum, con un 7 %.
Gingrich, Perry y Santorum continúan con su estrategia de golpear duramente a Romney y disputar entre ellos quién es el más conservador de los tres.
Gingrich anunció que pretende hacer pública su declaración de impuestos esta semana y pidió al millonario Romney que haga lo mismo. Perry hizo unas declaraciones justificando a los soldados estadounidenses que aparecen en un vídeo orinando sobre los cadáveres de tres afganos. El gobernador de Tejas acusó al Gobierno de Obama de exagerar en su condena la acción de esos soldados y «desdeñar» así a todos los militares. Sobre los soldados dijo que solo eran unos «muchachos que cometieron un error estúpido».
Mientras tanto, Romney sigue consiguiendo importantes apoyos republicanos, como el de la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, muy próxima al Tea Party. Y es que cada vez parece más evidente que, si también logra ganar el próximo sábado, Romney tendrá prácticamente en sus manos la nominación republicana.